11 de abril 2023 - 10:36

Semana clave para las ambiciones del gobierno de lograr con TLC con China

El canciller Bustillo viaja a Pekín para reactivar las negociaciones, pero lo hará dos días después de la visita de Lula da Silva.

Los presidentes Lula da Silva y Luis Lacalle Pou.

Los presidentes Lula da Silva y Luis Lacalle Pou.

Foto: AFP

Las ambiciones del presidente Luis Lacalle Pou de “abrir Uruguay al mundo” a través de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China fueron pausadas por el gigante asiático hace ya varios meses, abriendo un impasse incómodo para un gobierno que no dudó en enfrentarse con sus socios del Mercosur para defender ese plan.

Pekín en su momento adujo razones técnicas: una recomposición del equipo a cargo de las conversaciones para lograr el mejor acuerdo posible. Ello a pesar de que la parte uruguaya ya había presentado el estudio de factibilidad en julio pasado. La ansiedad entonces fue en escalada y el propio canciller Francisco Bustillo llegó a decir en diciembre que lo único que falta “es que China dé señales” de interés.

La demora china –que contrastó con el trámite exprés que dio al TLC con Ecuador, abierto, discutido y cerrado en solo 10 meses- coincidió con el tiempo electoral en Brasil. El regreso de Lula da Silva al poder se dejaba entrever y la alianza clave que la potencia supo cosechar con los gobiernos petistas recobraba fuerza.

Así, Pekín optó por esperar el desenlace en Brasilia y conocer la opinión del nuevo gobierno liderado por Lula respecto a un acuerdo con Uruguay que, además, suponía una tensión regional, en el seno del Mercosur. Cabe recordar que, desde 2009, la nación asiática es la principal socia comercial de Brasil, la mayor economía latinoamericana.

https://twitter.com/LulaOficial/status/1645745239527653378

Hábil negociador, el presidente brasileño aceptó la invitación para viajar a China y discutir, cara a cara, con Xi Jinping este y otros temas comerciales (espera firmar 20 tratados y obtener fondos para la reindustrialización del país), pero antes se reunió con el presidente Lacalle Pou. Fue un encuentro donde los gestos sobraron: vino a Montevideo, aseguró entender las necesidades uruguayas de modernizar el Mercosur y convenció al mandatario de dejar a Brasil buscar otro camino para el TLC, uno que fuera regional y no en solitario.

Lacalle Pou entonces bajó su tono confrontativo contra los socios regionales –Argentina a la cabeza- por su intención de un pacto comercial con China y celebró que haya una vía brasileña, la cual podría simplificar el engorroso proceso. No obstante, encomendó a Cancillería seguir con las conversaciones, las cuales no han logrado avances.

Finalmente, y como consecuencia de un problema de salud que demoró la visita de Estado de Lula da Silva, los dos caminos para un Tratado de Libre Comercio con China convergieron a esta semana.

La visita del canciller Francisco Bustillo al país, esperada para quebrar el congelamiento en las negociaciones, ocurrirá dos días después de que el presidente brasileño mantenga reuniones del más alto nivel con las autoridades de Pekín.

Aunque las prioridades comerciales de Brasil hoy sean otras, el liderazgo regional que asumió Lula da Silva lo llevarán indudablemente a posicionar al Mercosur como un bloque aliado para el comercio chino, obligando al gobierno uruguayo a reacomodar las cartas que tiene para jugar.

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