Las acciones globales bajaban este miércoles, afectadas por una caída en los papeles tecnológicos provocada por una liquidación récord del fabricante de chips estadounidense Nvidia y porque las expectativas de un crecimiento global en desaceleración golpearon a los activos más riesgosos, empujando los precios del petróleo a mínimos de varios meses y alzando los bonos.
Vuelve la inquietud al mercado: caen las bolsas por la desaceleración del crecimiento global y Nvidia
La ola de ventas empuja a la baja a los precios del petróleo y de los bonos estadounidenses.
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El dólar recuperó terreno gracias al impulso a nivel global
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El dólar global alcanzó un máximo de dos semanas mientras los inversores esperan por la Fed
Las acciones de ASML Holdings caían un 1%, con los principales mercados de Londres, París y Frankfurt bajando entre un 0,6% y un 0,9%. Las empresas de semiconductores fueron las que más perdieron, con ASML Holdings (ASML.AS), cayendo un 5,4%.
El sufrimiento se prolongó a Wall Street, con la apertura de las operaciones, donde las acciones extendieron sus caídas. Los títulos del Nasdaq caían un 0,41% mientras que los del S&P 500 lograban mantener la estabilidad con una baja de apenas el 0,05%, informó Reuters.
Wall Street cerró con una fuerte caída el martes, con la inteligencia artificial favorita de Nvidia hundiéndose en un récord de 279 mil millones de dólares mientras los inversores controlaban su entusiasmo por las acciones relacionadas con la Inteligencia Artificial (IA); aunque en las primeras horas del miércoles logró un rebote del 1%.
El índice bursátil mundial MSCI, que sigue las acciones en 47 países, cayó un 0,5%.
Setiembre ha sido históricamente un mal mes para las acciones, aunque los analistas señalaron una confluencia de factores detrás de la caída, incluidos los débiles datos manufactureros de Estados Unidos.
Los inversores observaron un aumento de la volatilidad a medida que la liquidez regresaba a los mercados después del verano boreal.
Los futuros del crudo Brent caían un 0,6% a 73,34 dólares el barril, recortando algunas pérdidas previas, mientras que el crudo estadounidense WTI bajaba un 0,6% a 69,96 dólares, ambos cerca de sus niveles más bajos desde diciembre. El martes cayeron casi un 5%.
Las preocupaciones sobre las perspectivas de desaceleración en China -el mayor importador de petróleo del mundo- y la posibilidad de una desaceleración global que significaría una menor demanda de combustible han exacerbado la caída de los precios del petróleo.
Los bonos gubernamentales de la zona euro mantuvieron sus ganancias. Los rendimientos del Bund alemán, un índice de referencia, registraron el martes su mayor caída diaria en un mes.
En Asia, las acciones cayeron más del 4%, encabezando la caída, según el índice MSCI de acciones de Asia-Pacífico fuera de Japón que terminó con una bajada del 1,9%.
Las acciones tecnológicas asiáticas sufrieron. El fabricante japonés de equipos para pruebas de chips Advantest, proveedor de Nvidia, perdió un 7,7%, mientras que el taiwanés TSMC perdió más del 5%.
"Hubo muchas culpas para repartir: Nvidia, tecnología, puntos débiles en los datos de EE.UU., pesimismo en China", dijo Vishnu Varathan, jefe de investigación macro para Asia excluyendo Japón en Mizuho Bank.
El yen, moneda de refugio seguro, se benefició de la caída de las acciones y se fortaleció hasta un 0,4% hasta 144,89 por dólar.
Datos de EEUU generan más incertidumbre
Lo que agravó el menor apetito por el riesgo fue la perspectiva de los datos económicos de Estados Unidos que se publicarán esta semana, que incluyen cifras sobre vacantes de empleo, solicitudes de desempleo y el informe de nóminas no agrícolas, seguido de cerca, el viernes.
Dado el enfoque de la Reserva Federal (Fed) en el mercado laboral, la publicación del viernes podría determinar si el recorte de tasas esperado este mes será regular o de gran tamaño.
"Creemos que los temores sobre el crecimiento de Estados Unidos son exagerados y esperamos un sólido informe de nóminas el viernes", dijo Alex Loo, estratega macro y de divisas de TD Securities.
Antes de las publicaciones, los movimientos en las monedas y los bonos del Tesoro estadounidense fueron menos marcados que los observados en las acciones.
El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años de referencia caía casi dos puntos básicos a 3,82%, mientras que el rendimiento a dos años bajaba a 3,84%.
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