Uruguay se encamina a votar por primera vez en su historia una ley de paridad de género para el sistema político, luego de que la iniciativa no prosperara en períodos anteriores de gobierno, y en medio de una resistencia no del todo vencida dentro del Parlamento. Para Gloria Rodríguez, senadora del Partido Nacional e impulsora del proyecto, “es un hecho importante para todos, para mujeres, hombres, toda la ciudadanía y para el país, que se ha destacado siempre en los derechos y ahora en ayudar a las oportunidades”.
"A la Constitución hay que ayudarla porque en los hechos no somos todos iguales ante la ley", alertó la senadora Gloria Rodríguez
Para la parlamentaria del Partido Nacional, la ley de paridad es un reclamo de la sociedad. "Queremos que más del 52% de la población esté representada en los lugares de decisión", dijo.
-
Ley de paridad política: "La resistencia esta en el Parlamento", aseguró su impulsora
-
Manini Ríos agita otra vez la interna en la coalición, ahora por la paridad de género
El Parlamento uruguayo tiene la oportunidad de seguir haciendo historia en materia de género el próximo 5 de abril a las 12, cuando la Comisión de Derechos Humanos, Equidad y Género del Senado vote el proyecto de paridad en política; profundizando un camino de igualdad de derechos en el que fue pionero hace 92 años, con la sanción del voto femenino —el primer país en hacerlo en la región—, pero que, con el paso del tiempo, fue dejando de lado al punto de tener una de las composiciones parlamentarias más desigual, con apenas un 23% de los lugares ocupados por mujeres.
El proyecto está en comisión desde el 8 de marzo del 2021, cuando la senadora Gloria Rodríguez presentó la iniciativa únicamente con su firma, entendiendo que, por un lado, la “mal llamada ley de cuotas” —la ley de participación equitativa de ambos sexos (Ley 19.555)— del 2019 no había dado los resultados esperados; y que, por el otro, “la paridad es un derecho de todos que no tiene color ni bandera política”, por lo que no quiso comprometer a ningún partido en ella. En todo aquel tiempo, los legisladores recibieron múltiples organizaciones de la sociedad civil y especialistas, representantes del Estado y mujeres que apoyaron la paridad.
“Consideramos que ya, después de tres años de tratamiento en la comisión, la realidad nos demuestra que la sociedad está preparada, que nuestra cultura está necesitando y reclama un proyecto de estas dimensiones para poder seguir avanzando en democracia”, explicó Rodríguez en diálogo con Ámbito. “La ley de cuotas ya dio lo que había que dar y se ha utilizado toda la ingeniería electoral con el fin de cumplir con el espíritu de la misma. Pero hay necesidad de una ley paritaria”, añadió, convencida de que es hora de que Uruguay avance hacia una democracia paritaria.
¿Cuál es la diferencia entre la ley de cuotas vigente y el proyecto de ley de paridad?
- En primer lugar, que el proyecto de paridad abarca al Ejecutivo, salvo los ministros, que son designados por el o la presidente del momento, y los intendentes. La ley actual vigente no abarca al Ejecutivo. Otra cuestión que se agrega y que consideramos importante es la de las vacancias: las vacancias definitivas o por fallecimiento van a ser cubiertas por el sexo subrepresentado.
Es un proyecto de ley que trata de corregir algunas debilidades en la ley vigente. La campaña electoral que estamos transitando evidencia aún más lo que este proyecto intenta corregir: de las precandidaturas confirmadas, solo cuatro o cinco son encabezadas por mujeres. Es evidente que necesitamos ese empujón.
¿Qué importancia tiene la partida hoy para la democracia uruguaya?
- La paridad en Uruguay la vamos a tener, se puede dilatar un año más, dos años más, pero ya está instalada, hay una necesidad de más mujeres en el Parlamento, en el Ejecutivo y en lugares de decisión. Muchos compañeros nos han manifestado que nuestra Constitución reza que todos somos iguales ante la ley, y es muy cierto, pero a la Constitución tenemos que ayudarla, porque hoy en los hechos no somos todos iguales. Hay situaciones de desventajas que no nos permiten ser iguales, entonces necesitamos ese empujoncito para equilibrar la balanza.
Uno tiene que jugarse por lo que cree sin pensar en costos políticos, yo pienso en las que vienen, no quiero que las jovencitas que vienen y tienen ganas de hacer política tengan que transitar lo que transité yo. Porque nosotras tenemos que hacer el triple para lograr lo mismo, y somos la excepción: logramos llegar con muchísima dificultad, pero somos la excepción a la regla. Queremos que sea algo normal, que a nadie le llame la atención tener tantas mujeres precandidatas, senadoras, diputadas, ministras. Y no por ser mujeres, no es llenar un casillero, quiero estar porque me preparé, porque lo merezco, quiero competir, quiero la oportunidad de competir.
La resistencia no está en las calles, está en la política
Uruguay ocupa actualmente el puesto 96 en el ranking global del Índice de la Unión Interparlamentaria (IPU), que mide la representación política de las mujeres. Y tiene uno de los parlamentos con menor participación femenina, con apenas un 23% de los lugares ocupados por mujeres.
Sin embargo, un estudio reciente de ONU Mujeres y Equipo Consultores reveló que esta dificultad o resistencia para el avance de la paridad no se encuentra en la sociedad, donde el 64% considera que debería haber más mujeres legisladoras y un 47% se muestra a favor de la paridad; sino en el mismo sistema político, algo que también señaló Rodríguez.
¿A qué se debe esta resistencia que encuentran en el sistema político?
- Todos los cambios ofrecen resistencia, sobre todo los cambios culturales, pero la paridad ya se instaló en nuestro país. Hoy todos, incluso aquellos que dicen que no van a acompañar este proyecto de ley, en sus discursos y en las entrevistas están hablando de fórmulas paritarias, y algunos hasta de gabinetes paritarios. Son conscientes de la necesidad de una paridad porque la ciudadanía lo está reclamando, pero está esa dicotomía de que no la van a votar por parte de quienes están resistiendo. Llegado el momento tendrán que dar cuenta de por qué no se acompaña la paridad.
En este contexto, ¿tienen los votos para aprobar el proyecto? ¿Cuál es la postura de los legisladores nacionalistas?
- En la comisión ya contamos con los votos, ahora estamos trabajando cada uno con sus respectivas bancadas. La bancada del Frente Amplio ya públicamente manifestó que va a apoyar en pleno la ley de paridad, en el Partido Nacional hay compañeros que ya han manifestado públicamente que no la van a acompañar, aunque tenemos la firme esperanza de que sí lo van a hacer.
El senador (Jorge) Gandini ha manifestado que no ha votado ninguna acción afirmativa respecto de las mujeres, que tiene mujeres en las listas y que no acompaña. Ya la senadora (Graciela) Bianchi ha dicho públicamente que no vota, y la senadora (Carmen) Asiaín no ha manifestado claramente su posición. Después hemos tenido charlas, nuestra candidata Laura Raffo ha hablado con la bancada de Sumar, que allí tenemos a los senadores Luis Alberto Heber y Carlos Camy. Sí sé que la vicepresidenta de la República Beatriz Argimón lo va a acompañar, y tenemos que ver la posición del senador (Juan) Sartori; la mamá del senador dijo que si está en sala, lo va a acompañar. Consideramos que sí va a salir, que tiene que salir.
¿Qué otros argumentos oyen por parte de quienes se oponen al proyecto de ley de paridad?
- Otro argumento que también se ha utilizado es decir que se está obligando al electorado a votar mujeres. No es verdad, no es un argumento válido porque, además, la ley no es para mujeres y se va a aplicar de la misma forma en caso de que el sexo subrepresentado sea el de los varones. Tampoco se quitan libertades, porque el voto es obligatorio y las listas que se eligen ya están confeccionadas con los nombres que eligieron otros.
Después dicen también que de dónde vamos a sacar mujeres preparadas. Mujeres preparadas en nuestro país hay miles, mujeres líderes que no tienen oportunidades de liderar. Vamos a tratar de que, demográficamente, más del 52% de la población pueda estar representada en los lugares de decisión, eso es para lo que estamos trabajando.
En Uruguay, ¿hay desigualdad de derechos o desigualdad de oportunidades?
- En Uruguay tenemos falta de oportunidades. Todos tenemos leyes que nos amparan, Uruguay es un país que está frente a otros países dentro de la parte legislativa en avanzadas, lo que nos faltan son oportunidades. Tenemos que legislar para tener esas oportunidades, por eso trabajamos, para todos y para todas.
Dejá tu comentario