8 de marzo 2024 - 08:57

Uruguay achica la brecha de género, pero hay sectores con mayores pendientes

El país mejoró su calificación respecto del año pasado y subió al puesto 67, aunque las mujeres ganan un 25% menos que los hombres y lideran solo el 12% de las empresas exportadoras.

Uruguay mejoró en su posición en el Índice Mundial de Brecha de Género 2023.

Uruguay mejoró en su posición en el Índice Mundial de Brecha de Género 2023.

Foto: Stakeholders

Uruguay ocupa el puesto 67 en el ranking elaborado a partir del Índice Mundial de Brecha de Género 2023 del Foro Económico Mundial, y si bien mejoró su posición respecto del año anterior, todavía tiene aspectos en los que mejorar en cuanto a la reducción de diferencias entre hombres y mujeres para acercarse a la media mundial. ¿Qué sucede en el sector empresarial y del comercio exterior, dos ámbitos de importancia en el país?

De a poco y sin grandes saltos, la brecha de género en el país parece achicarse: en 2022, en el índice Mundial de Brecha de Género —un indicador que analiza la división de los recursos y las oportunidades entre hombres y mujeres—, Uruguay había tenido un resultado de 71,1%, quedando en el puesto 72; mientras que en la última actualización disponible del 2023 mejoró su posición por tercer año consecutivo, subiendo cinco puestos en el ranking y logrando un puntaje de 71,4%.

Este índice, elaborado por el Foro Económico Mundial, establece el tamaño de la brecha de desigualdad de género a partir de la medición de puntos tales como la participación en la economía, el mundo laboral cualificado y la política, y el acceso a la educación y la esperanza de vida de cada país. Cuanto más alta es la cifra arrojada por el indicador, menor es la brecha de género.

En ese sentido, en la última década Uruguay ha tenido altibajos en el ranking que, el año pasado, estuvo liderado por Islandia (91,2%), Noruega (87,9%) y Finlandia (86,3%). Su mejor resultado fue en 2020, cuando ocupó el puesto 37 con un índice de 73,7%; mientras que su peor registro fue en 2015, en el lugar 93 y con un indicador de 67,9%.

¿Cuál es el escenario empresarial actual?

Según un informe de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSuy), en Uruguay las mujeres ganan un 25% menos que los hombres en el mismo opuesto, a la vez que los roles de liderazgo en sectores caracterizados por las habilidades duras siguen siendo lugares de difícil acceso. Cuando una mujer llega a una gerencia, suele ser en áreas de habilidades blandas tales como marketing y recursos humanos.

Esto da cuenta de una situación llamada “techo de cristal”, es decir, una limitación velada del ascenso laboral de las mujeres dentro de una organización. Un fenómeno que también se puede observar en las empresas lideradas por mujeres: el 54% está en el sector servicios, el 38% en comercio, y solo un 8% en la industria, según los datos de la CCSUy.

“Aún queda un largo camino por recorrer, las mujeres empresarias tienen mayores dificultades para acceder a los mecanismos de financiamiento formal, no sólo por la mayor aversión al riesgo o la falta de educación financiera, sino por la falta de instrumentos adecuados o la falta de garantía”, explicó a Ámbito la vicepresidenta de la cámara, Anabela Aldaz.

Exportaciones, un sector en el que faltan mujeres

El sector de exportaciones y comercio exterior es otro ejemplo del techo de cristal. En un rubro de tanta importancia para un país productor como Uruguay, la presencia de mujeres es significativamente baja: según un estudio del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (Intal) del Banco de Desarrollo Interamericano (BID) de diciembre de 2022, en promedio tan solo 3 de cada 10 personas que trabajan en empresas exportadores son mujeres.

En el caso específico de Uruguay, esta cifra asciende al 39%, por encima del promedio estimado regional del 33%. Pero apenas el 12% de las organizaciones que comercian internacionalmente está liderada por una mujer en el país.

El rubro del sector productivo al que pertenecen también incide en esta brecha de género y en su reproducción: sectores como el ganadero, el cerealero y el pesquero, así como la industria pesada y la metalmecánica presentan las asimetrías más clara hacia el empleo de varones; mientras que la industria textil, indumentaria, calzado y marroquinería son sectores no solo de menor capitalización, sino también feminizados, según los datos del BID.

En Uruguay, donde el “campo” es la principal fuente de exportaciones del país, la brecha de género se reproduce en este sector predominantemente masculino.

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