El precandidato presidencial del Partido Colorado y favorito según las encuestas de intención de voto, Andrés Ojeda, cuestionó el tono de la campaña electoral y la prisa de sus contendientes de interna por cerrar la fórmula que competirá en las elecciones de octubre.
Andrés Ojeda: "El votante no nos quiere ver peleados sino juntos para vencer al Frente Amplio"
El precandidato colorado cuestionó a sus compañeros que ya piensan en la fórmula presidencial. Elogios para Azucena Arbeleche y Pablo Mieres.
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Andrés Ojeda se consolida como favorito en la poblada interna del Partido Colorado
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Andrés Ojeda descartó que el Partido Colorado defina la fórmula presidencial el día de las internas
El abogado, catalogado como “mediático” por sus detractores, dialogó con Ámbito a través de una videollamada que brindó desde su auto, señal de lo vertiginosa que ha sido la campaña.
Sentís que estos últimos días de campaña se corrió un poco el foco en llegar al domingo y ver quién gana cada interna y, en su lugar, todos ya están pensando en cuál va a ser la fórmula.
- Es siempre así, el uruguayo tiende a ser muy adelantado de las cosas. Cuando vos te casás te preguntan cuándo vas a tener tu primer hijo. En esto es lo mismo. Por eso quizás yo soy el que el único que ha tenido una posición más cautelosa y dije vamos a hacer el partido el domingo, veamos los números y después vemos cómo seguimos. Me parece que es una discusión para tener después de ver los números, no antes. Hay una desesperación, una ansiedad por dar el paso siguiente sin haber dado el primero.
¿Tenés un ideal de cómo debería resolverse esa cuestión en el Partido Colorado?
- No, lo único que pienso es que debería ser una fórmula que se complete con alguien que potencie nuestras chances hacia octubre. Es el único criterio que tengo.
¿No necesariamente con el precandidato que salga segundo como están debatiendo otras fuerzas?
- No necesariamente. No digo que no ni que sí, simplemente digo que no es la única opción.
Hace días hablaste de la desesperación electoral de algunos de tus contendientes de interna. ¿Crees que van a poder encolumnarse todos los que son actualmente precandidatos en un proyecto de unidad para octubre?
- De parte mía sí, sin ningún problema. Si el resto podrá o no, es una pregunta para ellos. Tengo la libertad y la tranquilidad de no haber criticado personalmente ni de ninguna manera a ningún compañero. Entonces voy tranquilo el domingo y estoy para después para todo lo que sea necesario.
¿Te sorprendió el tono de la campaña?
- Mucho y más para nosotros que, por lo menos durante este siglo, hemos sido siempre caballeros ingleses con todas las campañas y esta no fue de ese tono, lo cual no es propio nuestro.
¿Crees que eso puede tener un impacto en el electorado?
- Sí. El votante no nos quiere ver pelearnos entre nosotros, nos quiere ver juntos para competir con el Frente Amplio, todos juntos. Y rechaza cualquier situación de guerra interna, que aparte tiende a ser por chacras personales y no por el objetivo mayor común que es continuar con un gobierno de coalición.
En una entrevista pusiste como ejemplo, hablando del estilo comunicacional de tu campaña, a la campaña que tuvo Javier Milei en Argentina…
- Las campañas siempre tienen un componente territorial inevitable. Tenés que tener sí o sí candidatos en los departamentos para que te puedan votar. Pero la realidad es que la política en el mundo y en la región camina hacia una situación más cercana a la opinión que a las estructuras que antes, de repente, acarreaban los votos. En una época de menor comunicación, de menor globalización, la opinión del dirigente local tenía un peso muy importante, que en tiempos de comunicación más globalizada bajó. Y doy el ejemplo de Milei porque ganó en algunas provincias a las que nunca fue ni tenía ningún referente. Las estructuras han perdido peso relativo en la ecuación de las campañas electorales.
Estos días hubo mucha polémica sobre los equipos económicos que los otros partidos llevarían al gobierno, ¿tenés un candidato propio o referente pensado para esa área?
- No estoy en condiciones hoy de nombrar un ministro de Economía, ni lo haría. Nos está dando una gran mano Miguel Vieytes. Miguel anunció que había conversado con Luis Mosca, que está para ayudar en la campaña después del 30 de junio, lo cual yo agradecería muchísimo. Es un tipo brutal.
Aparte, el que gane la elección, sea quien sea, el domingo va a tener el respaldo de todos los compañeros del partido, de todos los sectores. Acá hay equipo de sobra. El nuestro es muy bueno y el de los demás también. Yo a su vez tengo también algún colaborador que está en la actividad privada, de mucho prestigio, que evidentemente no se vincula públicamente con la actividad política. Pero en el caso de ganar una elección nacional se podría sumar.
El gobierno ha logrado mejoras de varios indicadores económicos, ¿si tuvieras que mencionar dos o tres aristas en las que crees que todavía falta por hacer en la cuestión económica, cuáles serían?
- En economía es donde el gobierno anda mejor de todos los temas país. Es uno de los puntos más alto del gobierno. Uruguay tiene mucho que ver con el manejo de la economía, la estabilidad que propone... Lo que sí creo es que fue un gobierno demasiado preocupado por el balance y que a veces podríamos tener más en lo social. El balance siempre se contrapone con los momentos de necesidad.
Creo que es el mejor lugar del gobierno y es lo que yo continuaría casi sin tocar, francamente. Además, Azucena Arbeleche es muy firme, al punto tal tiene de firmeza que suena su nombre para acompañar la fórmula (de Álvaro Delgado en el Partido Nacional). Eso no es por su trayectoria política ni por su enorme capacidad de comunicación, es por la confianza que representa en la conducción de un tema clave del país. Y considero que Pablo Mieres, en relaciones laborales, ha sido muy complementario. Esa visión técnica, dura, que cuida los balances tuvo un buen contrapunto con una visión un poco más sensible del ministro de trabajo.
¿Cómo imaginás tu lunes?
- Ojalá sea un lunes feliz, eso es lo que espero. Ojalá sea un lunes feliz en el cual nosotros estemos contentos con el resultado y que nos entusiasme tener el mejor futuro. Yo voy a estar, pase lo que pase como siempre he estado. Mi compromiso queda intacto.
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