12 de mayo 2023 - 14:23

Ante las mejores expectativas de inflación, ¿puede volver a mejorar la calificación crediticia del país?

El informe de Standard & Poor's destaca que un buen control inflacionario puede llevar a otra mejora de la nota. ¿Es posible si se cumplen las expectativas del Banco Central?

BCU Banco Central Del Uruguay
Foto: BCU

El Banco Central del Uruguay (BCU) actualizó sus proyecciones de inflación para los próximos dos años en el Informe de Política Monetaria (IPoM) correspondiente al primer trimestre del 2023 y, además de presentar un escenario más optimista respecto del aumento de precios en el país, abrió las puertas a una nueva posible mejora en la calificación crediticia por parte de Standard & Poor’s (S&P).

La inflación cerró el 2022 ubicada en un 8,2%, pero cada vez se acerca más al 7%. Según el BCU, éste será el piso en el que finalice el año pero, ya en el segundo semestre del 2024, el indicador caerá hasta por debajo del 6%. Así, en marzo del 2025 proyecta una inflación del 5,3%. Estas expectativas fueron ajustadas a la baja respecto del IPoM anterior, y difieren hasta por 3 puntos de lo que prevén los mercados financieros según una encuesta del mismo Banco Central —esperan un 7,83% de inflación en marzo del 2025.

Esta nueva proyección de la autoridad monetaria no solo es positiva por sí misma —sobre todo, en caso de que, efectivamente, se cumpla—; sino que, además, abre la posibilidad de que la calificadora S&P que, recientemente, elevó la nota crediticia del país a su máximo histórico, vuelva a mejorarla.

¿Por qué podría mejorar la calificación crediticia de Uruguay?

“Podemos subir las calificaciones de Uruguay en los próximos dos años si vemos un historial exitoso de reducción de la inflación desde el promedio de 7% de las últimas dos décadas y una disminución sostenida en las expectativas de inflación”, señala el informe de S&P en el cual anunciaron y justificaron la mejora de la nota uruguaya de BBB- a BBB+.

Entonces, si las proyecciones del BCU ocurrieran y lograran mantenerse durante los dos próximos años —siempre y cuando también se logre mantener controlado el déficit fiscal tras la reciente corrección—, es factible que la agencia decida volver a respaldar la economía uruguaya con una nueva mejora de la nota crediticia.

Esto es importante para el país ya que permite mantener los costos de financiamiento bajos y el pago de intereses a valores controlados; todo lo cual contribuye directamente a poder seguir trabajando en la reducción del déficit fiscal y a una mejor redistribución de los recursos del Estado hacia otras áreas prioritarias.

En este sentido, el economista Aldo Lema explicó en redes sociales que “Uruguay debería mantener una calificación crediticia al menos 2 escalones sobre el mínimo de grado inversor como un medio para pagar menos intereses de deuda y liberar recursos para políticas sociales”. Sobre todo en un contexto muy golpeado por la sequía histórica, donde cada vez más personas requieren algún tipo de asistencia estatal a la vez que los ingresos por los principales productos agropecuarios de exportación se ven reducidos por los menores niveles de colocación.

Mientras tanto, Uruguay todavía está a la espera de las posibles mejoras crediticias por parte de Moody’s y Fitch, que podrían seguir el ejemplo de S&P en el mediano plazo, tras la Rendición de Cuentas de junio.

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