Autos eléctricos en Uruguay: sus pros y contras

La venta de vehículos eléctricos puede ser una gran oportunidad para posicionar al país en la vanguardia mundial.

Las ventas a nivel mundial de autos eléctricos aumentó un 25% interanual durante el primer trimestre de este año, mientras que en Uruguay en 2023 sus ventas se dispararon en un 80,92%. Con esto, es ineludible inferir que el negocio de los autos eléctricos se posiciona cada vez más tanto en el mercado local como internacional.

Sin embargo, al ser un sector en desarrollo, hay algunas cuestiones que todavía quedan por solucionar para que puedan comenzar a competir con automóviles a combustible fósil. Una de ellas tiene que ver con el costo de vehículo, especialmente en el país donde los precios promedian los 35.000 dólares entre los 32 modelos disponibles que se encuentran disponibles.

Aunque los costos en combustible para los usuarios de vehículos eléctricos son prácticamente nulos, la inversión que requiere la compra de este tipo de rodados es muy grande para aquellas personas que no utilizan el auto de manera ardua.

“Depende mucho del uso, los ‘heavy users’ de los autos eléctricos son personas que trabajan con Uber o son taxistas, también algunas empresas que utilizan estos autos como un plan de promoción para poder descontar el valor de IRAE”, explicó Juan Miguel Santalla asesor de la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU) a Ámbito.

El obstáculo principal: los seguros

Respecto al uso que se les brindan a estos tipos de vehículos, Santalla resalta que el principal problema que tienen los autos eléctricos – y una de las explicaciones de porque el ciudadano común no los compra – es el valor del seguro.

Según pudo averiguar Ámbito, los valores de los seguros pueden llegar a duplicarse, pasando de 60.000 pesos por un auto común a 100.000 por una prestación para vehículos eléctricos para un servicio total.

“La traba más grande que tienen hoy los autos eléctricos para posicionarse en el mercado es el seguro, es muy caro si no haces un uso diario fuerte del vehículo”, explicó. Con esto, los vehículos que se utilizan para trabajar terminan amortizando este gasto con el ahorro del valor del combustible. Sin embargo, el ciudadano común lo percibe como una inversión muy grande para el uso cotidiano.

Un punto a favor: su carga

El combustible fósil es un recurso limitado y Uruguay tiene uno de los valores más altos de América Latina. Con esto, y con las políticas públicas y beneficios por parte del gobierno y la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE), las cargas para vehículos eléctricos se hace cada vez más tentadora.

El último logro por parte de UTE fue la incorporación de un total de 300 cargadores en todo el Uruguay, logrando que haya al menos un puesto cada 50 kilómetros, lo que permite la total autonomía de los vehículos si pretenden viajar a lo largo del país.

Otro de los beneficios anunciados por UTE el año pasado es la devolución de $4.048 más IVA a todas las personas que adquieran un cargador para vehículo eléctrico y los instale a nivel residencia. Una medida que también fue incluida en el plan 2024 de la empresa estatal.

Uruguay, a la vanguardia

El asesor de ACAU destacó que el país se encuentra en una oportunidad histórica para colocarse como un referente de los autos eléctricos. “Uruguay hoy tiene la posibilidad histórica a nivel mundial que, si hoy se levanta todo el parque automotor a combustible fósil y los cambias por eléctricos, la matriz eléctrica los puede alimentar a todos”, aseguró.

“Actualmente Uruguay esta a la vanguardia por dos cosas: la primera porque es un país chico, por lo que las distancias son pequeñas y este tipo de autos son funcionales. Esto también provocó que la logística de los cargadores sea mucho más sencilla. En segundo lugar, fue el cambio de la matriz energética donde el 90% es alimentada a recursos renovables”, explicó.

En ese sentido, remarcó que existe la necesidad de alguna legislación que permita subsidiar los seguros y buscar la oportunidad para que todos los ciudadanos viren hacia los autos eléctricos. “Esas son las políticas de estado que hacen que una tecnología avance y se desarrolle”, remarcó