Donald Trump logró su revancha y volverá a gobernar a Estados Unidos, la mayor potencia económica del planeta y la plaza financiera de mayor impacto global.
¿Cómo impactará en los mercados emergentes el triunfo de Donald Trump?
El exmandatario republicano logró un segundo período en la Casa Blanca y ya se siente su efecto en la economía global.
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El dólar global cerró con la mayor suba diaria desde 2022, impulsado por el regreso de Trump al poder en EEUU
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Wall Street recibió con niveles récord la victoria de Donald Trump en las elecciones en Estados Unidos
El expresidente republicano obtuvo una senda victoria sobre la vicepresidente demócrata, Kamala Harris, quien se sumó tarde a la carrera por la Casa Blanca tras la salida del actual mandatario Joe Biden.
Trump obtiene 277 delegados, siete más de la cantidad necesaria para triunfar, en el Colegio Electoral estadounidense frente a los escasos 224 de Harris.
La primera reacción del mercado fue de beneplácito, aun cuando muchos observadores señalaron que los inversores ya habían descontado en sus precios la victoria del republicano. Los futuros del S&P 500 y el Nasdaq subían más del 2%, y los que siguen al índice de pequeña capitalización Russell 2000 se dispararon un 6%. El dólar se encaminaba a su mejor día desde marzo de 2023 con un incremento de 1,4%.
La política económica de la segunda administración trumpista no es un misterio. El magnate prometió una batería de medidas –entre ellas el aumento de aranceles a bienes importados- que tendrían un efecto inflacionario, elevaría el déficit fiscal y la deuda pública. En su opinión, serán medidas necesarias para garantizar el crecimiento económico sostenido.
“Este escenario tiene varias implicancias: tasas de interés más altas y un dólar más fuerte al menos en el corto plazo. Aunque la Reserva Federal probablemente anuncie mañana un recorte de 25 puntos básicos, luego podría adoptar una postura de ‘esperar y ver’ ante las políticas económicas del nuevo gobierno. El mercado ahora espera un recorte total de 100 puntos básicos para fin del próximo año a 3,75%”, señaló en una nota la analista macro de Gastón Bengochea Corredor de Bolsa, Paula Bujía, fundadora también de Buda Partners.
“Este panorama es negativo para los mercados emergentes”, subrayó. Los mismos se vieron muy afectados durante el ciclo contractivo de la Reserva Federal que limitó de forma considerable el apetito de los inversores por el riesgo, quienes optaron por refugios tradicionales a altas tasas.
Bujía consideró que, pasada la reacción inicial del mercado, podría verse un reacomodamiento del dólar a nivel global, con su cotización a la baja, lo que podría volver atractivos nuevamente a los destinos emergentes.
“Hay que ver cuánto de las promesas del Trump candidato se traducen en políticas. Más allá del Congreso hay otros jugadores que pueden contrarrestar, como el establishment económico, para evitar grandes impactos. Pero el gran riesgo es que, si surge un repunte inflacionario y la Fed tiene que endurecer la política monetaria, podríamos ver una repetición, al menos parcial, de los eventos de 2022”, evaluó.
A inicios de setiembre, cuando los operadores esperaban el recorte de tasas que efectivamente realizó la Reserva Federal, Uruguay apareció entre los destinos de interés para grandes inversores globales. El fondo Grantham Mayo Van Otterloo & Co (GMO), que gestiona u$s 6.100 millones en deuda de mercados emergentes y es uno de los mayores de Estados Unidos, destacó los activos uruguayos en moneda local junto con los de otros países considerados emergentes “fronterizos” como Costa Rica, Jamaica y República Dominicana.
Una oportunidad para Uruguay y la región con China
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podría significar una ventana de oportunidades para el sector agropecuario de Sudamérica, entre ellos el uruguayo, si el electo presidente cumple su promesa de imponer rápidamente un arancel del 60% a los productos chinos.
Estudios de la Asociación Nacional de Productores de Maíz y la Asociación Estadounidense de Soja, citados por Reuters, pronosticaron que una nueva guerra comercial con China podría provocar pérdidas más profundas en las exportaciones de cultivos estadounidenses, reducir los precios internos ya deprimidos y consolidar un cambio de las importaciones chinas hacia Sudamérica.
En una primera reacción del mercado agrícola al triunfo del republicano, los futuros de soja cotizaron a la baja mientras que el trigo y el maíz se vieron menos expuestos a las renovadas tensiones comerciales con China.
Un dólar más fuerte en Estados Unidos hace que sus granos sean más caros en el extranjero, mientras que los aranceles propuestos por Trump perturbarían el comercio agrícola estadounidense, en el que la soja depende especialmente de su mayor comprador, China.
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