El impacto de la sequía: cultivos de invierno tendrán una reducción del 27%

Pasarán de 861.000 a unas 630.000 hectáreas, de acuerdo a datos del MGAP. Fuerte retracción en el área de colza.

El área de colza tuvo la retracción más importante entre los cultivos de invierno.

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Como consecuencia de la sequía y los menores precios de los productos, el área agrícola de invierno tendrá una retracción importante, pasando de 861.000 a unas 630.000 hectáreas, lo que supone un descenso de 27%, según datos preliminares de la Dirección de Estadísticas (DIEA) del MGAP, basados en intención de siembra, que pueden tener alguna corrección en la cifra final, pero que marcan claras tendencias.

La caída se explica principalmente por la fuerte retracción en el área de colza. La oleaginosa había protagonizado una importante expansión en los últimos años (gráfica), en respuesta al fuerte aumento en el precio internacional de los aceites vegetales.

Vale resaltar que se trata de un grano que tiene un alto porcentaje de contenido aceitero (en torno a 45%), por lo que su área responde muy directamente al precio internacional del aceite. En los últimos meses, éste ha bajado notoriamente, lo que explica el descenso del área.

El trigo se mantendrá y la cebada se retraerá levemente

Mientras tanto, el área de trigo –tradicionalmente, el principal cultivo de invierno en Uruguay- se mantendrá prácticamente estable. El precio del cereal a nivel internacional ha estado bastante volátil y con cierto descenso respecto al año pasado, aunque no de manera abrupta. Al mismo tiempo, el área de cebada tendrá una leve retracción. Las malterías (las agroindustrias que definen la mayor parte del área de este cultivo) han resuelto atar el precio al del trigo en Chicago.

Se esperaba que cebada y trigo captaran parte del área de colza, entre otras cosas porque los precios de los insumos han tenido un interesante descenso. Pero esto –aparentemente- no ha sucedido. Aparte de los señalados aspectos de mercado, hay una obvia incidencia de la sequía, que impactó seriamente en el flujo de caja de las empresas agrícolas, lo que hace difícil mantener las intenciones de siembra y demora la recuperación de las áreas.

De todos modos, si bien existe la necesidad de recuperar lo perdido por el fracaso de las cosechas de soja y maíz, los agricultores venían de una zafra 2021/2022 muy buena y muchas empresas no se apresuran a expandir áreas de invierno. Además, hay previsiones de un año “Niño”, que podría conllevar mayores lluvias de las normales en primavera, lo que podría generar más problemas de pestes y plagas en los cultivos de invierno. En cualquier caso, el área agrícola de invierno se ubica en niveles históricamente buenos, con una interesante diversificación entre los tres cultivos mencionados.