Los ojos del mundo y, por supuesto, también de Uruguay, están puestos no solo en el camino arancelario que conduce, indudablemente, a una profundización histórica de la guerra comercial entre Estados Unidos y China; sino también en cómo esto impacta en los mercados y en la cotización del dólar, moneda fundamental para las economías de muchos países (uruguaya incluida).
El peso uruguayo acompaña el movimiento de las monedas emergentes en el contexto de incertidumbre global
Pese a que, a simple vista, el dólar parece subir en Uruguay mientras cae en el resto del mundo, este comportamiento tiene raíces en la moneda nacional.
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El peso uruguayo se mueve en sintonía con otras monedas de países emergentes frente al dólar.
En ese sentido, en los últimos días se pudo observar que, mientras el billete verde caída a nivel global, en el mercado local se apreciaba en contra del peso uruguayo; a simple vista, a contrapartida del escenario de otros países.
Sin embargo, la cotización va en línea con los movimientos internacionales en el mercado de divisas. ¿Cómo es esto?
Los inversores apuestan a monedas fuertes
“Si bien en lo que va del año el peso uruguayo ha registrado una tendencia de apreciación, en línea con el resto de las divisas de la región (excluido el peso argentino), en los últimos días se han registrado aumentos puntuales del tipo de cambio”, apuntó Nazareno Sánchez, economista de CPA Ferrere, en diálogo con Ámbito.
Esto se pudo observar particularmente en lo que va de esta semana: el lunes, la divisa subió un 0,78% y el martes añadió otro 0,18% para cerrar en en 42,935 pesos —según la cotización oficial del Banco Central del Uruguay (BCU)—, al borde de la franja de los 43 pesos y su mayor valor en un mes y medio. Esto, mientras los mercados mundiales se desploman por la incertidumbre generalizada.
Sin embargo, una lectura fina de estos movimientos permiten ver que, más que una apreciación del dólar —que iría directamente a contramano de lo que sucede a nivel global—, se trata de una depreciación del peso frente a la divisa estadounidense.
“El peso uruguayo acompañó el comportamiento de todas las monedas de Latinoamérica esta semana: en los últimos cinco días hemos visto que el real se ha depreciado un 7% o que el uruguayo se depreció tres, acompaña este este comportamiento general de la región”, señaló a este medio Francisco Echegoyen, analista financiero de la corredora de bolsa Gastón Bengochea.
Esto mismo consideró Sánchez: “en un marco de alta volatilidad en los mercados financieros globales y ciertas depreciaciones diarias” que “coinciden con fortalecimientos puntuales del dólar a nivel global”, y pese a esto, “en principio el dólar en Uruguay no se habría disparado al alza sino que acompañó estos movimientos”.
“En estos momentos de incertidumbre y volatilidad, los inversores prefieren colocarse en monedas duras como es el euro, el dólar, la libra, y salir de monedas emergentes también para colocarse quizás en oro y en bonos americanos, es un llamado ‘fly to quality’”, explicó con mayor detalle Echegoyen.
El efecto de la política monetaria del BCU
Sobre la coyuntura internacional, en tanto, también hay que considerar lo que sucede a nivel local, donde la novedad más importante es la reciente suba de la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos básicos —a 9,25%— por parte del BCU. Y, por supuesto, el impacto que esto pueda tener en el tipo de cambio.
“Esto seguramente incentive a los inversores a colocarse en pesos, que ofrece igual las tasas reales, en lugar de comprar dólares. Colocarse en pesos a estas tasas es bastante atractivo hoy”, expresó el analista de Gastón Bengochea, anticipando un posible impacto en el actual rumbo del tipo de cambio.
De todos modos, “dicho impacto estará condicionado por los plazos en los que el BCU pretenda alcanzar sus objetivos y la forma que utilizará el mismo para hacerlo”, consideró Sánchez.
Si bien el aumento en las tasas “podría traducirse en presiones adicionales a la baja sobre el tipo de cambio”, la “evolución” del mismo “quedará atada a como continúe evolucionando el contexto internacional y las políticas del gobierno estadounidense”.
Ahora bien, algunos analistas internacionales comenzaron a hablar de una "tendencia a la desdolarización", apoyados en una venta masiva de bonos del Tesoro estadounidense y otros activos en dólares tras el anuncio de nuevos aranceles de China al país norteamericano como represalia a las políticas de Donald Trump.
Esto “podría traducirse en un nuevo impulso para la economía uruguaya en este sentido, en el que la misma siga dando pasos hacia un mercado donde el peso uruguayo sea mucho más utilizado por la población, tanto a la hora de fijar precios y ahorrar como a la hora de realizar grandes transacciones”, señaló el economista de CPA Ferrere; quien también apuntó que “una economía menos dolarizada potencia la política monetaria y la vuelve más eficiente, permitiendo así procesos de desinflación más fluidos y con menores costos”.
Algo que estaría en línea con la postura del BCU y su presidente que, tal y como explicó, tuvieron sus razones de mayor carácter político en la decisión de subir las tasas de interés: entre otras, “blindar el poder de compra de los uruguayos más vulnerables” y “mejorar el acceso al crédito en moneda nacional”.
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