La Unión de Policías de la Guardia Republicana solicitó la renuncia del ministro del Interior, Carlos Negro, luego del atentado perpetrado contra la fiscal de Corte, Mónica Ferrero, quien antes había sido fiscal especializada en estupefacientes.
El sindicato de la Guardia Republicana exigió la renuncia de Carlos Negro y advirtió que "es un riesgo para todos"
El gremio cuestionó el esquema de custodia en la vivienda de la fiscal de Corte y advirtió que la permanencia del ministro del Interior en su cargo debilita la respuesta del Estado frente al narcotráfico.
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El Sindicato de la Guardia Republicana de Uruguay considera que el ministro Carlos Negro no tiene contundencia contra la delincuencia.
Mediante un comunicado, el sindicato cuestiona la estrategia de custodia destinada a la vivienda de Ferrero, a cargo de miembros de la Guardia Republicana. Según los sindicalistas, la protección se limita a posiciones estáticas realizadas desde una garita, sin considerar una planificación adecuada ni condiciones reales de seguridad, lo que habría expuesto tanto a la fiscal como al personal policial.
Además consideran que el ataque "no fue un hecho aislado", sino un golpe directo contra las instituciones del Estado y contra la seguridad ciudadana: "Cuando se ataca a quienes investigan el crimen organizado, se busca doblegar al Estado y sembrar miedo en la sociedad".
"Custodiar en estas condiciones es un doble atropello: a la seguridad institucional y a la vida de nuestros funcionarios. No se puede hablar de respaldo a la Policía mientras se nos envía a la primera línea sin herramientas, sin planificación y sin respeto por la dignidad humana", indican en el escrito.
Reclaman más firmeza
Desde el sindicato manifiestan que la continuidad del ministro Negro representa un "riesgo para todos", pues, a su juicio, carece de “llegada a sus funcionarios” y de contundencia frente a la delincuencia. Por ello, reclaman su salida inmediata.
Desde el gremio reclaman la "renuncia inmediata del ministro del Interior" ya que "bajo su mandato han ocurrido atentados contra policías en la vía pública, en espectáculos, y ahora contra una fiscal".
Hasta el momento se han registrado dos detenidos vinculados al episodio y fue incautado el vehículo en el que se desplazaban. Los sospechosos serían integrantes de la banda Los Albín, vinculada al narcotráfico y brazo ejecutor de las operaciones de Sebastián Marset en Uruguay, de acuerdo a la principal hipótesis que maneja la Justicia.
Las autoridades ya reforzaron el operativo de seguridad para Ferrero, con elementos adicionales de la Guardia Republicana estacionados en las proximidades de su domicilio.
Entraron por la azotea
El ataque ocurrió a las 5 del domingo cuando dos delincuentes ingresaron al predio de la casa de Ferrero por una azotea. Además de disparar al menos dos veces, causaron una explosión con un artefacto desconocido.
La fiscal de Corte se encontraba en el interior con familiares pero nadie resultó herido. Aunque había custodia policial, los funcionarios estaban en el frente de la casa y no advirtieron el ingreso. Los detenidos circulaban en un Volkswagen Bora negro que los investigadores presumen fue el vehículo de escape tras abandonar e incendiar la camioneta blanca utilizada en el ataque. Los vehículos fueron ubicados tras trabajos de inteligencia del Área de Análisis de la Brigada de Automotores y la Dirección de Investigaciones.
Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que habrían ejecutado el ataque en venganza por la incautación de 2,2 toneladas de cocaína valuadas en 13 millones de dólares localmente, pero que podrían haber alcanzado 60 millones de dólares una vez colocadas en Europa.
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