Especialistas en educación cuestionaron la propuesta de Álvaro Delgado para el sector

El candidato a presidente realizó la presentación de su plan de educación entre los que se encuentran el incentivo económico para que terminen el liceo.

El candidato presidencial por el Partido Nacional (PN), Álvaro Delgado, realizó la presentación del plan de educación para el Uruguay, sin embargo, algunos especialistas en el área cuestionaron algunas de la propuestas realizadas por el político, especialmente la del incentivo económico.

El día de ayer el candidato hizo la presentación formal del plan acompañado por su compañera de fórmula, Valeria Ripoll y el actual ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira. Allí, anunció "dos ideas para impactar en la Educación”: un bono económico para incentivar la finalización del liceo y la universalización de la educación primaria e inicial de tiempo completo o extendido.

Sin embargo, la primera de ellas no estuvo muy bien vista por especialistas en el área. “No impacta de manera sostenida en los aprendizajes. Y el problema del Uruguay es que el egreso tiene que ser un resultado de que logran los aprendizajes”, aseguró Renato Opertti, profesor de UCU especializado en Educación, a Telemundo.

"Son los propios jóvenes los que tienen que sentirse motivados y comprometidos con lo que hacen y no es por la vía monetaria que logramos eso”, remarcó.

En ese sentido, agregó que la importancia se encuentra en la calidad de la educación ofrecida. “Lo logramos por la vía de darles una propuesta educativa que los enamore, que les encante, que los estimule, que puedan ellos conectar conocimientos, que puedan conectar actitudes, habilidades, intereses. Naturalmente, se puede pensar algún tipo de incentivo de apoyo, pero lo central no es ese incentivo; lo central es la calidad de la propuesta educativa”, aseguró.

Por su parte, el presidente del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEED), Javier Lasida, comentó que el dinero no es suficiente para que los jóvenes terminen sus estudios. “El dinero, yo creo que para la continuidad educativa, en ninguna hipótesis es suficiente; se necesita que el sistema educativo, el centro educativo, genere primero una propuesta relevante para los estudiantes; segundo, mecanismos de acompañamiento y de apoyo a aquellos estudiantes que tienen más dificultades, y que eventualmente están recibiendo esos apoyos económicos como incentivo a la continuidad educativa”, detalló.

La propuesta de Delgado

La primera propuesta de Delgado, como ya había adelantado su eventual ministro de economía, Diego Labat, es la implementación de un bono económico para los jóvenes de los dos quintiles más pobres que terminen el liceo. “El objetivo para el 2030 es que el 66% de los jóvenes egresen de la Educación Media Superior. Hoy estamos en 52%, es posible pero falta”, señaló.

Asimismo, hizo hincapié en que en los dos quintiles más pobres del país, el promedio de finalización apenas supera el 30%, principalmente por no tener las condiciones materiales para continuar su educación. Por ello, “como forma de apoyo a la culminación de los estudios de bachillerato, se propone de shock en apoyo” a estos jóvenes.

“Cualquier joven de esos dos segmentos que quiera completar 5to o 6to año de educación media superior podrá postular a este programa que le brindará un seguimiento y un bono económico para terminar el liceo”, establece la medida.

El bono, en tanto, sería de 13.000 Unidades Indexadas (UI), equivalentes a 79.093 pesos al valor actual, para los jóvenes integrantes de hogares de los primeros dos quintiles que terminen 5to año antes de los 18 años.; y de 26.000 UI (158.186 pesos) a los jóvenes integrantes de hogares de los primeros dos quintiles que terminen 6to año antes de los 20 años. El costo total estimado de la medida es de 32 millones de dólares en su etapa inicial, aunque podría duplicarse en caso de lograr un salto igual en la cantidad de estudiantes que terminen la secundaria.

La segunda medida propuesta a nivel educativo por la fórmula Delgado-Ripoll implica la universalización primaria e inicial de tiempo completo o extendido para los dos primeros quintiles, con el objetivo responder a una necesidad de los hogares más pobres del país.

A nivel de Primaria, la implementación se daría a partir de la extensión del tiempo pedagógico, mediante la transformación de escuelas comunes a escuelas de tiempo extendido y escuelas de tiempo completo.

En los argumentos, la propuesta de Delgado señala que “la evidencia demuestra que las escuelas de tiempo completo tienen un comportamiento mejor en términos de resultados educativos” y que “la dinámica demográfica”, con caída de la matrícula por la menor natalidad, genera el escenario propicio para intensificar la inversión por alumno. Esto tendría un costo estimado de 40 millones de dólares anuales de funcionamiento más 150 millones de dólares por única vez para obras.