La búsqueda de desaparecidos seguirá en el batallón 14 y se extenderá a predios privados

Alicia Lusiardo, quien lidera el grupo de antropólogos forenses, contó cómo son las tareas que realizarán a partir de ahora.

Los antropólogos se encuentran preparando la entrada a predios privados para seguir con la investigación. 

Los restos de Amelia Sanjurjo fueron identificados el día de ayer en el Batallón 14 por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), una tarea que tuvo sus complicaciones técnicas pero que le da esperanzas al Uruguay de seguir encontrando respuestas al silencio que dejó la dictadura cívico-militar.

La encargada del equipo de antropólogos que investigan los predios, Alicia Lusiardo, aseguró que el caso de Amelia requirió un complejidad diferente a las otras identificaciones. “Ha requerido de lo multidisciplinario, ha requerido de la técnica, que permita enfrentar una comparación que no tenía los mejores materiales al inicio y que se tuvo que ir construyendo en el lapso de todo este año”, dijo la antropóloga a Subrayado.

Lusiardo se refiere a que la hermana de Amelia, que había dejado su muestra de sangre, ya había fallecido y la coincidencia genética no fue estadísticamente significativa. A partir de allí, tuvieron que buscar familiares vivos de la víctima e incluso recurrir a la exhumación de un cuerpo, para poder tener el 99,9% de la certeza de que se trataba de ella.

Por otro lado, la antropóloga resaltó que particularmente el cuerpo de Amelia se encontraba a muy poca profundidad y que también llamó la atención la posición. "Eran los restos de una mujer y que estaba desnuda y boca abajo", comentó Lusiardo y aseguró que tenía signos de violencia.

Respecto a la posibilidad de que Amelia este embarazada, la antropóloga comentó que no se encontraron pruebas en el cuerpo de ello, por lo que podría ser un embarazo reciente. "No hay osificación de los elementos que componen el esqueleto”, explicó.

La cal no tapa el delito

La utilización de cal para el entierro de personas durante la dictadura era una práctica común con el objetivo de que sea aún más difícil identificar a las víctimas. Sin embargo, esta técnica sirvió a los antropólogos debido a que los componentes del material sirvieron para conservar el materia genético.

“El hallazgo de cal junto con los restos, que ha sido una constante en el gobierno uruguayo, termina siendo beneficioso porque preserva el material genético que tienen los huesos. A la hora de extraer un perfil, se pueden lograr mejores resultados”, comentó.

Lo que sigue

El descubrimiento de los restos de Amelia significaron un empujón para el equipo de antropólogos. “El hallazgo es la constatación de que los cuerpos están y que lo difícil es encontrarlos por la falta de información. Lo novedoso fue la dificultad para identificar, que ahora se pudo subsanar después de un año. Pero la identificación y el hallazgo son motores para seguir trabajando”, aseguró.

Por otro lado, adelantó cuales serán los próximos pasos del grupo de investigación. "Se sigue trabajando en el batallón 14 con dos retroexcavadoras y dos equipos de antropólogos. Se terminaron las tareas en la chacra de Pando en el mes de marzo y ese tercer equipo esta preparando un ingreso en un predio, que aún no esta definido, pero que no son militares sino privados", dijo.