El Índice Líder Ceres (ILC) cayó 0,1% en julio y anotó su tercer retroceso consecutivo, en una señal negativa que enciende las alarmas sobre el futuro de la actividad económica que marcó el comienzo de la fase contractiva.
La economía entró en una fase contractiva, informó el Índice Ceres
El indicador volvió a retroceder por tercera vez con un 0,1% en agosto y hace saltar las alarmas sobre el futuro de la actividad económica en el país.
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El Índice Líder de Ceres cayó por tercer mes consecutivo, en una señal negativa para la actividad económica en Uruguay.
Desde Ceres aseguraron que, con una tercera tasa negativa consecutiva, indicó el comienzo de una fase contractiva, luego de un principio de año que registró un aumento de actividad, “la economía enfrentó dificultades para consolidar un crecimiento sostenido”.
En ese sentido, ubicaron como principales problemas el impacto de la sequía, los problemas de competitividad que afectan las exportaciones y la diferencia cambiaria entre Uruguay y Argentina, que se siente sobre todo en el litoral. Esto determinó que, luego de cinco meses de aumento de la actividad económica, comience un proceso de resentimiento en el segundo trimestre del año.
Por otro lado, influye la finalización de la construcción de la segunda planta de UPM, el menor dinamismo en el empleo debido al Ferrocarril Central y la parada de la refinería de Ancap desde setiembre y por varios meses. Estas realidades representan aún más presiones para la economía uruguaya, lo que explica que se proyecte un crecimiento anual entorno al 1%.
Por su parte, el Índice de Difusión (ID) de agosto, que toma en cuenta la proporción de variables con tasas positivas, fue de 50% el mes pasado, lo que representa una suba si se compara con el mes anterior, cuando el ID fue de 40%. De todos modos, desde Ceres consideraron que es una señal negativa, ya que las variables con resultado positivo no llegaron a la mitad de los componentes.
Factores que empujan a un crecimiento económico
A pesar de las malas noticias, desde Ceres aseguran que hay factores que empujan a que la economía mejore. Una de ellas es el máximo histórico que se alcanzó respecto a la cantidad de empleados, llegando a un total de 1.712.700, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto representa cerca de 64.800 más que en julio de 2022 y aproximadamente 115.000 más que en el promedio de 2019.
El salario real, por su parte, supera los niveles prepandemia con un aumento en julio de 4% interanual. En ese sentido, “el ingreso de los hogares, que suma al salario ingresos como pasividades, ganancias, rentas y otros, mostró un aumento en términos reales en el segundo trimestre del año de magnitud aún mayor que el promedio salarial”.
Por otro lado, referido al sector de la construcción, se espera que contrarresten “el descenso de empleo en el rubro de la construcción e industrias conexas – debido a la finalización de la construcción de UPM II – y la puesta en marcha de la planta de celulosa en el centro del país impulsará la producción”.
A su vez, los efectos negativos más grandes provocados por la sequia ya pasaron y se espera un mejora en la demanda externa en los próximos meses. En este sentido, las exportaciones de vienen en agosto cayeron un 17% interanual, afectado principalmente por la soja.
Según Ceres, se espera una tasa de crecimiento mayor para 2024, marcadas por el cese de algunas presiones negativas y “las exportaciones y producción industrial tendrán el impulso, además, del funcionamiento pleno de UPM II y la concreción de otras inversiones”.
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