El Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP) divulgó los datos preliminares del stock de ganado en Uruguay, un dato clave en una economía que tiene a la ganadería como uno de sus principales sectores. El stock total de vacunos tuvo una caída del 3%, principalmente por la menor cantidad de terneros (cuadro). Esto es consecuencia de la dura sequía que experimentó el país el año pasado, que hizo caer el procreo de manera significativa a pesar de los esfuerzos de los productores por mantener el estado de los rodeos a costa de suplementación.
La sequía aún impacta en el agro: menos vacunos, más vacas
El stock vacuno cayó 3%, pero aumentó el número de vientres. Mejora, no obstante, la preñez.
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Sin embargo, al analizar el comportamiento por categoría se observa un aumento del 3% en el número de vacas. Esto permite proyectar que la dinámica del stock seguirá siendo positiva: las vacas de cría son la base de la producción de terneros y con eso se garantiza la sustentación del stock, a mediano y largo plazo. Más aun considerando que -según datos recabados por INIA- la preñez este año es la más alta de la historia (84% según el promedio de rodeos recabado por el Taller de Evaluación de Gestación, de INIA 33). El promedio nacional estará por debajo, pero -de todas formas- el dato permite proyectar que Uruguay seguramente alcanzará nuevamente una producción de unos 3 millones de terneros en las pariciones que ya comienzan en las próximas semanas.
La caída en el stock de terneros tendrá consecuencias en la oferta de ganado preparado para faena hacia fines del año que viene, lo cual implicará un trance difícil para la industria. Pero será transitorio: la nueva parición que comentábamos permite proyectar una buena producción de ganado pronto para el procesamiento en frigoríficos a partir del año 2026. Uruguay está logrando avanzar palmo a palmo en diversos mercados con sus productos cárnicos, a pesar de que no ha logrado grandes acuerdos comerciales. En las últimas semanas se han afirmado las exportaciones a Estados Unidos y mejoraron los precios en la Unión Europea (UE), todo lo cual permite compensar la menor demanda china.
Fuerte caída en ovinos
Contrariamente al escenario positivo que se observa en vacunos, la producción ovina -que lideró la economía a principios del siglo pasado- está en declive. El stock ovino cayó en casi medio millón de cabezas (de 5,85 a 5,37 millones, 8,3%), principalmente por el menor número de ovejas y borregas. Esto implica que el stock seguramente seguirá cayendo en el futuro.
La caída del stock ovino tiene varios factores explicativos. Por muchos años el sector se vio muy afectado por el abigeato y el ataque de perros, que afectaron seriamente muchas majadas. Estos problemas se han intentado mitigar con políticas de seguridad más efectivas, pero siguen presentes. A su vez, la producción lanar implica una alta dedicación en términos de mano de obra, la que muchas veces no está disponible y, además, en la medida que los salarios reales en Uruguay han tenido un crecimiento fuerte, no es fácil de sostener. Nuevas tecnologías como el manejo con perros, nuevas herramientas más efectivas de pastoreo y otras, permiten manejar las majadas de manera más efectiva, pero aun así el rubro se ha resentido.
Además, el mercado lanero internacional ha tenido altibajos y -si bien Uruguay ha apuntado a afinar sus lanas y mejorar su calidad de presentación- la demanda no ha estado firme. En cuanto a carne ovina, Uruguay tiene aún restricciones para exportar cortes con hueso, que son lo más valiosos; allí hay un obstáculo importante para el sector. Si se levantara, seguramente la producción ovina uruguaya tendría otros horizontes.
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