Los pronósticos meteorológicos para estos meses que siguen podrían llegar a poner al agro en alerta debido a la inminente llegada de una primavera climatológica, un fenómeno que trae un aumento de temperaturas y una baja en las precipitaciones.
Se viene una primavera climatológica, ¿qué puede esperar el agro?
El sector agropecuario uruguayo viene sufriendo varios golpes, primero con la sequía y posteriormente con las inundaciones que venían desde el sur brasileño.
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Así lo confirmaba el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) cunado indicó que durante agosto, setiembre y octubre se espera una primera climatológica o meteorológica, por lo que se esperaba que las temperaturas medias se encuentren "entre normal y por encima de lo normal", fundamentalmente en las zonas del litoral oeste, norte y suroeste del país.
En tanto, también se espera un déficit de precipitaciones por lo que el sector agropecuario debería estar atento a los fenómenos venideros, aunque todavía no se emitieron pronósticos para los meses de noviembre y diciembre.
Sin embargo, es preciso tener en cuenta que a comienzos de abril la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó que se espera que el paso del fenómeno El Niño a La Niña se dé de forma abrupta. En ese sentido, La Niña que podría presentarse en los próximos meses con oscilaciones en los patrones de lluvias y sequías, así como una temporada fuerte de huracanes en otras partes del planeta, según técnicos de la FAO.
La recuperación después del golpe
La última emergencia decretada por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) poco tenía que ver con la peor sequía que atravesó el país entre 2020 y 2023, sino que se dedicó al exceso hídrico en los campos debido a las gran inundaciones en el sur de Brasil. Un evento casi sarcástico, teniendo en cuenta el sufrimiento del agro durante los años de la seca.
Durante los años de la sequía, precisamente en el mes de octubre de 2020, el gobierno uruguayo declaró una emergencia agropecuaria por una sequía que azotó al sector provocando una pérdida de más de 1.800 millones de dólares. Desde el año 2022, el país ha declarado cuatro emergencias debido a la sequía.
El foco en el riego
El trauma de la sequía dejó a los productores como a los funcionarios del MGAP atentos a lo que podría llegar a venir e incluso adquirieron una gimnasia para adaptarse a estos fenómenos climáticos extremos que, al parecer, son cada vez más comunes. En ese sentido, la coordinadora de Sistemas de información y transformación digital del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Guadalupe Tiscornia, aseguró a Ámbito que la invariabilidad climática es uno de los factores que más incertidumbre genera en el agro.
“Nunca un mes es igual al otro, por lo que el riego es estratégico para poder sobrellevar la falta del agua. Obviamente que hay alguna producción en la que es más necesario y más factible de hacer y hay otros en los que es más complicado implementarlo”, explicó Tiscornia.
Aunque la bióloga admitió que el riego es una posible solución para épocas donde escasean las lluvias, también explicó que durante la última sequía algunos productores que tenían implementado el sistema de riego se quedaron sin agua debido al carácter extremo del evento climático. También hay otros factores que actúan en contra como los costos o que los productores tengan grandes extensiones de campo que se vuelvan inabarcables.
Por su parte, el Director General de la Granja del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Nicolás Chiesa, aseguró que se ha invertido en sistemas de riego para enfrentar en el futuro posibles nuevos problemas generados por un déficit hídrico. En tanto, también remarcó la importancia de que el uso del agua sea más eficiente.
En ese sentido, Chiesa remarcó que el papel del Banco República, a través del otorgamiento de créditos a productores, ha sido un factor clave para la inversión en estos sistemas. “Uruguay tiene un gran potencial para desarrollarse en el aérea de riego, pero hay que seguir haciendo las inversiones para lo cual ha sido clave el Banco República”, explicó.
Por otro lado, remarcó que el rol de UTE también ha sido y sigue siendo clave para poder aumentar la capacidad eléctrica y poder brindar la energía necesaria para los sistemas de riego. “UTE esta haciendo un gran estudio para detectar cuencas de riego, aunque la dificultad es que no llega la potencia eléctrica y las líneas no están preparadas para soportar eso”, explicó.
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