La crisis del agua genera complicaciones en la población de la zona metropolitana de Uruguay y desató una situación dramática en Montevideo, donde los días de reserva están contados y en la represa de Paso Severino queda menos del 6% del nivel total, en medio del aumento en la salinidad del suministro de OSE.
Las 8 definiciones políticas sobre la crisis del agua
De la descripción de "emergencia" del presidente Luis Lacalle Pou a las repercusiones más notables de todo el arco político uruguayo.
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Lacalle Pou admitió que la crisis del agua "se transformó en una emergencia"
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El agua de OSE "no es potable", pero "es bebible", reconoció Bouvier
El manejo de la crisis pasó por varias etapas y el gobierno llevó adelante diferentes medidas para paliar un problema sobre el que el presidente Luis Lacalle Pou pasó de decir hace dos semanas que el agua “está garantizada” a señalar que la situación “está rápidamente transformándose en una emergencia”, tal como aseguró el pasado viernes, al anticipar que este lunes habrá una reunión para tomar cartas en el asunto.
Al referirse a las complicaciones con el servicio de OSE, el intendente de Maldonado, Enrique Antía, cuestionó la pasividad inicial frente a una situación a la que consideró que viene “desde hace tres años” y fue más lejos al señalar: “La sequía no le importó a nadie hasta que faltó agua en Montevideo”.
En la misma línea, Antía apuntó que durante ese lapso se perdieron "miles de millones de dólares". Además, lamentó que "en el país se dan cuenta de la falta de agua recién ahora, cuando empieza a golpear en sus canillas”, en medio de las medidas que llevó adelante el Ejecutivo para hacer frente a la emergencia hídrica.
Manini Ríos pidió "implementar una política de Estado"
A su vez, el senador y líder de Cabildo Abierto (CA), Guido Manini Ríos, recordó que en 2015 “hubo una seca” y desde el Ejército elaboraron un plan. Sin embargo, la iniciativa no avanzó. “Quedó ahí, porque llovió y nadie más se acordó”, expresó. Por eso, remarcó que el gobierno debe “implementar una política de Estado que asegure la disponibilidad de agua” y pidió “preverla cuando no estamos en el medio de la seca”.
Criticó en ese aspecto la falta de previsión de las administraciones y apuntó: “Si se tomaran medidas, se hiciera el plan de represas a lo largo y ancho del país, además de los alumbramientos de agua para que beba el ganado... Creo que ese plan a varios años de una vez por todas se tiene que empezar a implementar".
Bouvier dijo que el agua “no es potable, pero es bebible”
En tanto, el ministro de Ambiente, Roberto Bouvier, se refirió al suministro de OSE durante el aumento de la salinidad y consideró que el agua “no es potable”, pero aclaró que “es bebible y consumible”. Al intentar explicar la curiosa frase, explicó que “hay una definición muy estricta, muy profesional que hizo la ministra de Salud Pública (Karina Rando)”.
"El agua no es potable en la definición perfecta de potabilidad, que son indicadores, pero cumple con las estrictas mediciones”, insistió en diálogo con Radio Montecarlo. E indicó que “el agua es bebible y consumible, ya que esa es otra definición”.
Las críticas de la oposición al manejo de la crisis del agua
Por su parte, desde la oposición cuestionaron el manejo del gobierno sobre la sequía y la falta de medidas que representen soluciones. Entre las críticas a la gestión, referentes del Frente Amplio (FA) hablaron de “un manejo negacionista”, de falta de inversiones e incluso de “un mundo de fallas”.
Una de las principales críticas fue la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, quien consideró que “no ha habido un buen manejo de la crisis” y catalologó a la actitud de la administración de Lacalle Pou como “un tanto negacionista”. Para la jefa departamental “habría que haber actuado y, sobre todo, informado”.
Sobre ese punto, Cosse apuntó: “Nos enteramos del problema a través de la canilla, porque el agua salía más salada de lo normal”. Fue a partir de ahí que midieron la calidad del agua. “El Gobierno nacional no publicó. La falta de transparencia no tiene que ver con el cambio climático, sino con el encare de una crisis, de la realidad”, criticó.
Yamandú Orsi pidió "no andar regateando recursos"
En tanto, el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, consideró que “faltaron inversiones” e indicó que conceptos como restricción y ahorro “no son convenientes”, al aclarar que “no es un tema financiero, es de acceso a los bienes básicos”. Por eso, pidió “no andar regateando recursos”.
“Estamos pagando las consecuencias de no hacer las inversiones o reducir el nivel de inversiones”, sostuvo Orsi, quien de todos modos admitió: “Todos tendremos alguna cuota de responsabilidad".
"Se ve la falta de previsión de un gobierno a la deriva", acusó Fernando Pereira
A su turno, el presidente del FA, Fernando Pereira, cuestionó la “falta de previsión de un gobierno a la deriva”. Al ahondar en ese concepto, graficó: “Si estuvieron de acuerdo con la posibilidad de hacer una conexión entre el río San José y el Santa Lucía y esa decisión no se tomó, ya se ve la falta de previsión que tiene un gobierno a la deriva".
Cuestionó el paso de agua potable a “bebible” y apuntó: “Es un mundo de fallas, que luego lo pagan los uruguayos”. Además, lamentó que la gente debe abonar "la misma tarifa de OSE porque no se ha bajado el costo y además tienen que comprar agua embotellada”.
Mujica se mostró autocrítico y admitió: "Nos dormimos"
Finalmente, el expresidente José “Pepe” Mujica se refirió a la cuestión y no le faltó autocrítica. “Nos dormimos”, admitió el referente del FA y abundó: “Pienso que esto del agua lo debimos haber enfrentado mucho antes. Es mi opinión personal, yo cargo con la mía, que otros carguen con la de ellos”.
Al explicar sus sensaciones, admitió que “cuando hablamos de presupuesto, estamos tirando de una frazada para un lado y para el otro y todo el mundo la disputa y a veces le erramos en las prioridades y nos confiamos”. Por eso, pidió abordar el conflicto a largo plazo: “El problema es que no nos olvidemos una vez que pase la lluvia, ese es el problema eterno”.
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