Los operadores analizan el futuro de los mercados en la previa de las elecciones en Estados Unidos

Los inversores proyectan diferentes escenarios según un triunfo de Donald Trump o Kamala Harris en el "supermartes", así como acciones ganadores y perdedoras en cada caso.

Los operadores analizan diferentes escenarios para los mercados en caso de un triunfo de Trump o uno de Harris.

Los operadores observan con atención los movimientos de los mercados en la previa a las elecciones en Estados Unidos, donde los norteamericanos decidirán el martes 5 entre la vicepresidenta demócrata Kamala Harris y el expresidente republicando Donald Trump para liderar el próximo gobierno.

Mientras las encuestas muestran un escenario cada vez más parejo —Harris supera por apenas por un punto a su rival a tres días del “supermartes”, según el sondeo de Reuters/Ipsos—, los mercados apuesta a un triunfo de Trump, con las acciones criptográficas y las de pequeña capitalización ganando en los últimos días y el dólar en clara tendencia alcista ante la perspectiva de una política monetaria más moderada bajo el mando del republicano.

En ese escenario, los inversores intentan evaluar cómo reaccionarán los mercados bursátiles ante una eventual victoria oficialista o, en contrapartida, al regreso al poder del Partido Republicano.

¿Cómo podrían moverse los mercados con el triunfo de Trump?

La mayoría de los analistas consultados por Reuters coinciden en que el regreso de Trump podría impulsar los mercados de valores en el corto plazo, ante la promesa del candidato de reducir los impuestos corporativos y disminuir las regulaciones.

En cuanto a los beneficios específicos que podrían percibir cada sector, los bancos de Wall Street como JPMorgan Chase, Bank of America y Wells Fargo podrían verse impulsados con una victoria de Trump o una barrida republicana. La atención se centra en la mejora de la inversión interna, regulaciones más flexibles, creación de empleos internos y recortes de impuestos; aunque hay luces amarillas sobre la posibilidad de un déficit comercial más amplio y un aumento en los aranceles.

La aplicación de un enfoque más indulgente para la aplicación de las normas antimonopolio sería favorable para los beneficiarios de fusiones y adquisiciones, que incluyen a Goldman Sachs, Morgan Stanley, Lazard y Evercore.

Por el lado de las criptodivisas, se espera un marco regulatorio más “receptivo” que beneficie a las acciones de criptomonedas, según los analistas de TD Cowen que destacaron la probabilidad de que el ex presidente nombre a un presidente de la SEC pro-cripto. Basta con mirar el desempeño de las plataformas criptográficas de inversión: MicroStrategy, Riot Platforms, MARA Holdings y Bit Digital subieron hasta un 45% en octubre.

En el sector energético también se esperan impactos positivos con una victoria de Trump, a partir de que este podría priorizar la reducción de la carga regulatoria sobre la producción nacional de petróleo y gas, al tiempo que considera la posibilidad de políticas comerciales más restrictivas. También podría revertir la pausa de la administración Biden para permitir nuevos proyectos de exportación de GNL.

El escenario con la victoria de Harris

En el caso de una victoria de Harris, su promesa de construir más viviendas y reducir los costos para inquilinos y compradores en gran medida a través de incentivos fiscales, junto con un entorno benigno de tasas de interés, podría impulsar a los constructores de viviendas en la R.D. Horton, KB Home, Lennar, PulteGroup, Zillow Group y Toll Brothers.

En cuanto a la atención médica, un sector clave en la campaña de la vicepresidenta que se comprometió a reducir los costos implementando límites a los precios de los medicamentos recetados, los márgenes de ganancia de los gigantes farmacéuticos como como Eli Lilly, Merck y Pfizer podrían verse afectados. Sin embargo, esta política podría ser una buena noticia para las aseguradoras de atención médica como Humana y UnitedHealth Group.

Por otra parte, la propuesta de Harris para gravar a las corporaciones y a los ricos incluye una tasa impositiva corporativa del 28% que podría ayudar al déficit de Estados Unidos. “La reacción del mercado podría ser temporalmente negativa debido a las perspectivas de mayores tipos impositivos corporativos", dijo al respecto Klimke de Cetera.

Finalmente, la energía verde está lista para prosperar bajo un nuevo gobierno demócrata, con el potencial de mayores incentivos y políticas de apoyo, así como regulaciones para las grandes empresas petroleras, según Hathorn de Capital.com. Las principales empresas estadounidenses de energía renovable, como NextEra Energy, y los productores de hidrógeno, incluidos Plug Power y Bloom Energy, también podrían beneficiarse.