Los bancos de América Latina enfrentarán desafíos para mantener niveles de rentabilidad estables y elevados durante la próxima década, según anticipó Moody’s Ratings en un informe al que tuvo acceso Ámbito.
Moody's alertó sobre los desafíos de rentabilidad que afrontarán los bancos de la región
El crecimiento económico lento, la necesidad de inversiones en tecnología y el surgimiento de las fintech representan un obstáculo para las entidades tradicionales.
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El riesgo de liquidez en la región es bajo y mejoran las condiciones crediticias, señaló Moody's
Un posible período prolongado de crecimiento económico más lento de lo esperado, la necesidad de inversiones considerables en tecnología y una feroz competencia entre entidades tradicionales y fintech más eficientes son algunos de los obstáculos que ponen en jaque esa estabilidad de los últimos años.
“Históricamente, la rentabilidad de los bancos de la región ha sido muy superior a la de mercados desarrollados”, admitió Moody’s, pero advirtió que para generar futuras ganancias deberán “adaptarse a las nuevas dificultades”.
En el informe, la agencia calificadora precisó que “los márgenes de interés neto (NIM, por sus siglas en inglés) también son altos, lo que refleja riesgos crediticios elevados que surgen de los importantes costos relacionados con mercados crediticios subdesarrollados, un historial de volatilidad económica y obstáculos legales”.
A la par, precisó que “algunos sistemas bancarios probablemente seguirán enfrentando altos costos de financiamiento, lo que pondrá a prueba las bases de depósitos tradicionales de bajo costo que respaldaron los altos márgenes en los últimos años”.
Actividad económica y tecnología
Moodys alertó que la actividad económica seguirá siendo débil en la región, “con incertidumbres que limitarán la calidad de las carteras” y anticipó que ese escenario “requerirá cautela en la originación de préstamos para mantener la mejora de los indicadores de riesgo crediticio”.
“Los obstáculos específicos de cada país también pueden reducir el volumen de negocios y obligar a los bancos a recortar la originación de préstamos”, anticipó la calificadora y sostuvo que “la competencia en los mercados crediticios aumentará a medida que los bancos busquen mejorar la productividad y la oferta de productos, lo que presionará los diferenciales de crédito.
En cuanto a la tecnología, consideró ese aspecto como “clave para la eficiencia, la seguridad operativa, la evaluación del riesgo crediticio y la captación de clientes”, por lo que los bancos de la región “están redoblando sus inversiones”.
Sin embargo, el relevamiento manifestó que “estas cuestiones implican mayores costos operativos, pero son necesarias para obtener una mayor generación de ingresos a largo plazo, lo que es particularmente importante en América Latina, una región con alto crecimiento demográfico y una penetración crediticia aún baja”.
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