17 de febrero 2025 - 10:31

Se agudiza la crisis frigorífica: Casa Blanca envió a más de 400 trabajadores a seguro de paro

Los empleados aguardan a que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social otorgue una extensión del subsidio por desempleo.

El frigorífico Casa Blanca se encuentra en Paysandú. 

El frigorífico Casa Blanca se encuentra en Paysandú. 

El frigorífico de Paysandú, Casa Blanca, envió este lunes a más de 400 trabajadores a seguro de paro debido a que no tienen la cantidad necesaria de ganado para faenar, esto se debe, según indicaron desde el sindicato, a la pérdida de confianza de los productores luego de hacerse pública la situación de Conexión Ganadera.

La empresa cuenta con un total de 530 empleados de los cuales 80 solamente quedaron en funciones ya que el frigorífico pasó de faenar un promedio de 1.200 animales por semana a 150. Según el representante del Sindicato de Trabajadores del Frigorífico Casa Blanca, esto tiene que ver con el escándalo de Conexión Ganadera y la pérdida de confianza de los inversores. “Entendemos la situación de los productores que no quieren mandar ganado y eso complica la faena”, señaló.

En ese sentido, los trabajadores aguardan una respuesta por parte del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) para el otorgamiento de una extensión del seguro de paro debido a que ya había muchos que estaban en seguro parcial. Acorde al representante sindicalista, esto les impediría acceder al beneficio en su totalidad y que por eso pidieron una prórroga para que todos los trabajadores puedan ingresar de forma completa.

Pérdida de confianza en el sector

La situación de Conexión Ganadera viene afectando hace tiempo la confianza de los inversores. Desde la firma, reconocieron que tienen pérdidas por 250 millones de dólares y admitieron que atraviesan un situación patrimonial "difícil", lo que deriva en la falta de pago a sus ahorristas.

Además de la situación de Conexión Ganadera, el sector también enfrenta otros problemas: República Ganadera entró en concurso de acreedores en noviembre del año pasado y semanas atrás se conoció que el 80% de los inversores tienen apenas entre el 1% y el 30% del ganado que les correspondería por contrato.

A eso se suma Grupo Larrarte, cuyos dueños son investigados por presunta estafa y otros ilícitos, mientras afrontan dificultades para pagarles a sus clientes desde marzo de 2024.

En este contexto, el futuro líder del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Alfredo Fratti, lo comparó con “corridas bancarias” y anticipó: “Esto nos va a traer problemas en que la gente vuelva a creer en el sector agropecuario como un lugar seguro de inversión".

Si bien admitió que “la idea está muy buena”, porque persigue la idea de “que el ahorro de los uruguayos se pueda canalizar en la producción nacional”, el futuro titular del MGAP alertó: “El tema es que el que se quema con leche, ve la vaca y llora”.

“Lo que me da más lástima es la gente que invirtió y se ve defraudada. Seguramente va a ser muy difícil que vuelvan a invertir en el sector agropecuario”, lamentó.

Por su parte, el actual ministro de la cartera, Fernando Mattos, aseguró que influyó el "factor codicia" en los inversores a los que se les prometían rentabilidad que llegaban a triplicar la media. "Nadie imaginaba la magnitud de este impacto y la cantidad de inversores y de montos de inversión que están manejándose aquí", lamentó. Sin embargo, recordó que esos fondos ganaderos no están regulados por el Banco Central del Uruguay (BCU), como sí lo están otros fideicomisos.

"El alcance de la competencia del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca está estrictamente limitado", lamentó en diálogo con Teledoce el ministro, refiriéndose al Sistema Nacional de Información Ganadera donde se debe registrar el ganado y revisar los aspectos sanitarios de los mismos.

Por otro lado, Mattos comentó que queda por revisar si realmente el ganado al cual apostaron los inversores en verdad existe. "Estamos hablando de decenas de miles de animales, decenas de predios que hay que recorrer y hacer un arqueo de las condiciones del ganado", remarcó.

En tanto, recordó que en el momento en que los ahorristas recibían las rentabilidades, nadie se quejaba, por lo que el MGAP no dio cuenta de una posible estafa ni tampoco la necesidad de intervención en la empresa. "Muchos ahorristas cobraron importantes intereses y nadie manifestó absolutamente nada", aseguró.

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