Un acto médico implica una intervención del profesional mediante medicamentos de uso externo, por vía oral o inyectable, procedimientos quirúrgicos o el uso de aparatos para generar cambios en el organismo del paciente. Estos procedimientos bien indicados generan un beneficio para la salud o la estética.
Medicina estética en alerta roja
Peluquerías, gimnasios, departamentos y garajes, maquillados de "centros de estética", funcionan en la clandestinidad y ponen en jaque la salud de las personas. Especialistas advierten sobre los riesgos de caer en manos no profesionales, denuncian la falta de controles y refuerzan la idea de concientizar sobre el tema.
Tanto en la enfermedad como en intervenciones de tipo estético que implican el uso de inyectables o cualquier tipo de medicamento local o por vía oral, éste debe ser suministrado por médicos especializados, especialmente dermatólogos o cirujanos plásticos que tienen un amplio y profundo conocimiento sobre la piel ,su funcionamiento y sus alteraciones.
Sin embargo, cada vez es más común escuchar casos de intrusismo profesional en medicina estética. Gente que se dedica a una profesión sin contar con la adecuada formación ni la titulación correspondiente, llegando a poner en jaque la salud de otras personas.
Hay dos condiciones que deben darse para que esto no ocurra: requerimiento de un título profesional oficial y una entidad reguladora controladora del ejercicio profesional. En la actualidad son los Colegios y donde no los hay, quien regula es el Ministerio de Salud.
Debate en boga
El Código Penal de la Nación, sanciona a las personas que ejercen una profesión sin poseer título o autorización correspondiente. “Será reprimido con prisión de quince días a un año el que ejerciere actos propios de una profesión para la que se requiere una habilitación especial, sin poseer el título o la autorización correspondiente”, reza el artículo 247. “Sin embargo, las leyes no se cumplen y lamentablemente no existen controles por parte de los organismo de gobierno”, denuncian Cristina Pascutto, Jella Endre y Patricia Della Giovanna, tres médicas dermatólogas que abordaron la temática en una mesa redonda con Ámbito Financiero.
“En la Sociedad Argentina de Dermatología se reciben denuncias a diario. Colegas que cuentan que en su barrio hay una peluquería donde hacen depilación definitiva, cosmetólogas que en su departamento particular hacen relleno. Por eso este año decidimos hacer una campaña muy fuerte de intrusismo”, explican las especialistas. “Es necesario concientizar sobre que existen tratamientos específicos realizados por médicos con la competencia necesaria para llevarlos a cabo y que no hay que ir a lugares que no están capacitados ni tienen la habilitación necesaria para realizarlos”, argumentan.
Controles deficientes
Hoy la estética se ejerce cada vez con mayor frecuencia sin un control sanitario adecuado, muchas veces en barrios cerrados o departamentos donde se juntan pacientes para inyectar toxina botulínica, rellenos, pellets, plasma rico o procedimientos con láseres sin habilitación y en la gran mayoría de los casos con un conocimiento insuficiente de la asepsia, riesgos inherentes y su manejo. “No se tienen en cuenta los riesgos del uso indebido del láser como casos de ceguera por uso inadecuado, los aparatos sin contralor sanitario muchas veces no son originales ni tienen la calidad que dicen tener y se usan con el único fin de generar un lucro sin reparar en los riesgos”, explica Pascutto.
Las profesionales coinciden en que muchos de los procedimientos se pueden aprender fácilmente, son sencillos. El tema es poder tener el correcto manejo de los efectos colaterales. “Por ejemplo, en una depilación láser, se producen quemaduras o se utilizan equipos que no son los adecuados y en vez de hacer desaparecer el vello, lo minimiza. El tema es que después es imposible extraer lo que queda. En el caso de los inyectables las complicaciones vasculares llevan a destrucción de la piel, ceguera o incluso a la muerte”, afirma Endre. “Si abrimos Instagram encontraremos infinidad de publicaciones donde se anuncia en forma descontrolada el uso de procedimientos médicos en manos inexpertas, conformando un ejercicio ilegal de la medicina”, denuncia.
Las especialistas cuentan que
Todo procedimiento que atraviese la barrera cutánea, dejando alguna lesión, inyectando alguna sustancia (mesoterapia, rellenos, plasma rico) debe realizarse en consultorios médicos habilitados para dichos procedimientos y de ningún modo en el gabinete de cosmetólogas o cosmiatras. “Los cosmetólogos/ cosmiatras sólo pueden trabajar como auxiliares en los procedimientos mencionados, donde la responsabilidad le corresponde al médico que coordina el equipo e indica los procedimientos, como sucede normalmente con enfermeras que pueden realizar inyecciones pero siempre indicadas por el médico y bajo su responsabilidad”, dice Della Giovanna.
“Un dermatólogo o un cirujano plástico tiene una preparación a través de una carrera de seis años para recibirse de médico, luego realiza dos o tres años de formación general en clínica médica y finalmente 3-5 años de especialización en dermatología o cirugía plástica. Esta formación y el estudio y perfeccionamiento constantes, son los que aseguran una preparación adecuada que minimice los riesgos de cualquier procedimiento y garantice el adecuado cuidado de la salud del paciente”, acotan las médicas.
Medicina low cost
En un contexto de crisis económica como el actual, la medicina no está exenta del cambio de hábitos de los consumidores. “Mucha gente busca precio en cuestiones de estética, y es un grave error”, aclara Endre y grafica el concepto con un ejemplo: “No es lo mismo manejar un Fiat 600 que un Mercedes Benz. Los dos te llevan, pero llegás distinto. Los médicos son conscientes de la diferencia entre tecnología de punta y otra de dudosa procedencia. Yo pregunto: ¿usted ahorraría en un paracaídas económico?. Esto es lo mismo, las consecuencias de mirar el precio en cuestiones de salud puede costar la vida”, dispara Endre.
Los centros habilitados cuentan con tecnologías que son sumamente costosas. En cambio, el mercado paralelo, según las especialistas, en general opera con equipos chinos o de bajo costo, que ni siquiera están aprobados por el ANMAT.
La incidencia de efectos colaterales de procedimientos estéticos es alta. Relacionándose con diferentes factores. Podemos mencionar entre ellos: procedimientos realizados por médicos no entrenados, falta de conocimiento de aspectos anatómicos, aplicación de técnicas inadecuadas, uso de sustancias no aprobadas o de dudosa procedencia, sitio o dosis incorrectos. Equipos no certificados o falsificados. “Indudablemente la estadística aumenta considerablemente en manos de personas no médicas. Algunos de estas complicaciones se constituyen en verdaderas urgencias médicas que deben ser resueltas a la brevedad”, advierten las profesionales.
Efectos colaterales de los tratamientos estéticos más frecuentes
Se estima que la incidencia de efectos colaterales de procedimientos estéticos es de entre el 1% y 3%. Entre los factores podemos mencionar: procedimientos realizados por médicos no entrenados, falta de conocimiento de aspectos anatómicos, aplicación de técnicas inadecuadas, uso de sustancias no aprobadas o de dudosa procedencia, sitio o dosis incorrectos. Equipos no certificados o falsificados. Esta estadística aumenta considerablemente en caso de personas no médicas.
TOXINA BOTULÍNICA
Hematomas
Edema de párpados
Asimetrías
Elevación antiestética de cejas
Caída de párpados
Cefaleas
Trastornos funcionales
RELLENOS
Hematomas
Enrojecimiento
Edema persistente
Nódulos
Visualización de material aplicado
Infecciones por gérmenes comunes o por micobacterias atípicas.
Daño vascular arterial o venoso por obstrucción o compresión de un vaso que llevan a la necrosis,
Embolización que puede llevar a la ceguera o incluso a la muerte.
LASER Y LUZ PULSADA
Enrojecimiento
Quemaduras profundas por empleo de parámetros no adecuados.
Hiperpigmentación persistente.
Hipopigmentación
Reacciones urticarinas.
Infecciones o sepsis.
Cicatrices antiestéticas.
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