El 3 de febrero se comenzará a discutir en un tribunal de Roma una causa iniciada por 1.200 bonistas italianos contra el Estado argentino. La presentación plantea embargos sobre bienes por más de 80 millones de dólares que, según los tenedores de bonos, no cuentan con inmunidad diplomática.
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Los embargos se plantearon sobre una línea de financiamiento del organismo de cooperación de Italia a pymes argentinas, sobre un inmueble llamado Caja Argentina (que actualmente no está en uso pero estaba destinado a funcionar como una casa de la cultura) y también sobre la cuota italiana de financiación del Fondo Monetario Internacional que se destina a la Argentina». Así lo explicó a este diario Mauro Sandri, quien sería representante de cerca de 270.000 bonistas italianos que poseen bonos por 4.000 millones de dólares y que integran el Comitato Creditori Argentina (CCC). Esta nueva embestida contra la Argentina se trata de una presentación de segunda instancia de una causa que ya fue rechazada por el tribunal civil de Roma. La resolución judicial anterior sostenía que la renuncia de la inmunidad del Estado argentino adoptada en la emisión de deuda queda sin efecto ante un estado de necesidad y que los bienes sobre los que se pedían embargos preventivos son inembargables.
Pero los acreedores confían en que como esta vez el tribunal que decidirá la suerte de los bienes argentinos se compone de tres personas, habrá un criterio más amplio de interpretación. La presentación que se escuchará en los tribunales este jueves se basa en que se terminó el estado de necesidad de la Argentina -motivo por el cual fue rechazado el embargo en primera instancia- y los bienes del país en el exterior no gozan de inmunidad. Los bonistas creen ahora que hay altas posibilidades de que el resultado, esta vez, sea favorable para ellos y que se conozca antes del 25 de febrero (fecha en que cierra el canje).
Su optimismo se fundamentatambién en que el clima en Italia es actualmente de mucha resistencia a la propuesta argentina y básicamente de no aceptación, incluyendo la posición oficial del primer ministro Silvio Berlusconi. «Los bonistas pueden vender sus títulos en el mercado al mismo valor que ofrece pagar la Argentina en 30 años. A esta altura del proceso el gobierno argentino no tiene ninguna credibilidad y se duda de todas sus palabras», dijo Sandri.
• Nulidad
Además, hay otra presentación judicial que deberá resolver en los próximos días el Tribunal administrativo de Roma aún más importante. Se refiere al pedido de nulidad del prospecto presentado por el gobierno argentino ante la Consob (la comisión de valores de Italia) que podría poner trabas a todo el proceso.
En Italia hay cerca de 450.000 tenedores de bonos argentinos, que en su mayoría son pequeños ahorristas y jubilados. La ola de juicios en ese país relacionados con el canje de deuda que habían sido anunciados en Italia por diferentes asociaciones de bonistas también apuntaron a los bancos que indujeron a sus clientes a invertir en bonos argentinos. Incluso ya hubo dos sentencias a favor de ahorristas. Pero aunque hay más de 1.600 causas contra los bancos por su responsabilidad en haber colocado los bonos, los juicios que preocupan al gobierno argentino son los que se plantean contra el Estado. Hasta ahora, la Justicia italiana desestimó los pedidos de embargo solicitados por ahorristas damnificados por el default. Ya hubo más de 6 fallos de magistrados de ese país que no aceptaron este tipo de solicitudes.
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