10 de diciembre 2019 - 00:00

En la era Macri lo que más subió fue el dólar: 550%

En los cuatro años de gestión que terminaron ayer, el Merval perdió 57,6% en dólares y el riesgo país se elevó casi 370 %.

1.jpg

El ciclo de la ilusión y el desencanto. El título del libro de historia económica escrito por los economistas Lucas Llach y Pablo Gerchunoff podría utilizarse para hacer referencia al mercado financiero en los 4 años de gestión del presidente saliente, Mauricio Macri, quien hoy dejará su cargo. Durante el período, y con una inflación estimada en torno al 280%, el dólar se disparó casi un 550%, por encima del nivel general de precios mientras que el Merval creció un 175% en pesos (por debajo del IPC), aunque se contrajo 57,6% en dólares.

Macri asumió en 2015 con un mercado esperanzado, a partir de las promesas de eliminar el cepo cambiario instaurado en 2011 y de llegar a un acuerdo con los holdouts para salir del default y finalmente regresar a los mercados de deuda. Hasta ahí, Macri cumplió. En abril del 2016, el funcionario ya había logrado acordar con más del 90% de los fondos buitres, lo que le permitió iniciar la gestión con la emisión de cuatro bonos por u$s16.500 millones, y logró eliminar las restricciones a la compra de dólares sin que se verificara un fuerte impacto (por sí mismo) sobre la inflación. Vale recordar que la mayoría de los precios en su momento eran calculados al valor del dólar blue, ya que se descontaba una unificación del tipo de cambio con Cristina Kirchner afuera del poder.

La premisa del oficialismo fue que se podía bajar una inflación del orden del 30% a una de un dígito en cuatro años y al mismo tiempo corregir el elevado déficit fiscal, pero la realidad demostró que se equivocaban. Desde principios de la gestión, el Gobierno comenzó a aumentar los precios de las tarifas de servicios, que se encontraban planchados, con el objetivo de corregir las distorsiones de los precios relativos de la economía, una medida que, si bien era necesaria, terminó impactando en gran medida en el nivel de precios. La suba en el costo de las tarifas para los hogares terminó teniendo un fuerte impacto sobre el nivel general del IPC a lo largo de la gestión de Mauricio Macri. Si bien en 2016 la inflación se ubicó en un 40%, aproximadamente, en 2017 logró reducirla al 24,8%, de la mano del esquema de metas de inflación impulsado por el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.

Este sistema fue cuestionado por algunos economistas por la dificultad que estaban teniendo para cumplir con los objetivos propuestos (25% en 2016, de un 15% para 2017, entre 8% y 12% para 2018 y de un dígito para 2019). Por esta razón, el 28 de diciembre de 2017, a partir de la orden de Jefatura de Gabinete, se decidió cambiar las metas anunciadas por cifras más elevadas, lo que terminó ayudando a golpear al gobierno macrista, dado que generó un aumento espontáneo sobre las expectativas de inflación. Este fenómeno, en complemento con el impuesto a la renta financiera, los diversos desequilibrios macroeconómicos de la Argentina y una fuerte salida de los capitales de los países en desarrollo hacia los desarrollados, proceso que se conoce en la jerga financiera como “flight to quality”, llevó a la primera crisis cambiaria de la era Macri, donde el dólar pasó de $20 a $40 en pocos meses, en medio de la desconfianza generada por el sendero gradualista adoptado por el Gobierno.

Todo esto llevó a una fuerte suba del riesgo país, que obligó a la Argentina a salir de los mercados financieros de deuda y volver a negociar con el Fondo Monetario Internacional, que terminó aprobando un acuerdo por u$s56.300 millones para el país a cambio, a tasas por debajo de las que se pagan en el mercado, de un ajuste de las cuentas fiscales. El indicador que mide la sobretasa que pagan los países por colocar deuda en relación a EE.UU. terminó subiendo de 495 puntos básicos a principio de la era Macri a más de 2.300 hoy en día (368%). El último salto cambiario fue registrado tras las PASO, donde el peso registró una depreciación del 25%, por el temor a Alberto Fernández. Ya con los resultados prácticamente definidos, a pesar del optimismo oficial, el Gobierno optó por reinstaurar los el cepo cambiario, inicialmente con restricciones a la compra de dólares de hasta u$s 10.000 (cepo light) y luego, de u$s 200 (cepo hard).

Macri dejará hoy su cargo con un cepo más fuerte al que recibió y con una serie de promesas incumplidas. La liberalización del mercado de capitales, si bien ayudó con un fuerte ingreso de capitales en los primeros años, terminó siendo uno de los factores que ayudó a desestabilizar el sistema financiero argentino, que ya era frágil de antemano. A pesar de los errores cometidos, el gobierno de Macri ha logrado corregir parcialmente algunas distorsiones macroeconómicas, entre ellas, el déficit fiscal. No obstante, también deja diversos obstáculos que la gestión de Alberto Fernández deberá comenzar a evitar a partir de hoy. El próximo Gobierno deberá renegociar vencimientos de deuda con el FMI y con acreedores privados y deberá ver de qué manera se generan los dólares para el repago de la misma, todo esto, sin tener la posibilidad de acceder a los mercados voluntarios. También deberá ver de qué manera sale de la recesión. Para ello, habrá que esperar desde hoy los anuncios del flamante gabinete.

Dejá tu comentario

Te puede interesar