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Cabello, número 2 venezolano: visita exprés a Cristina
Diosdado Cabello, Cristina de Kirchner y Edgardo Depetri
Poco afecto a abandonar su país, Cabello hará una gira exprés por Buenos Aires sobre el fin de esta semana. La agenda oficial es legislativa, pero informalmente se desliza que tendrá una cita a solas con la presidente Cristina de Kirchner, además de verse con varios ministros, a la vez que le preparan, como visible gestualidad amistosa, un acto con grupos ultra-K.
Con 51 años, Cabello asoma como el potencial sucesor de Nicolás Maduro, el actual mandatario, en caso de que éste deba enfrentar un referendo revocatorio en 2016, ese "invento constitucional" que impuso el líder bolivariano.
En caso de un voto negativo, el candidato chavista para retener el poder en una próxima presidencial sería el militar que en 2002 presidió la Venezuela en crisis por el golpe, luego frustrado, contra Chávez.
En el ajedrez chavista, Diosdado es el principal rival interno de Maduro. Manda en la arena legislativa, controla el Ejército y ejerce una fortísima influencia sobre Rafael Ramírez, el titular de PDVSA, la piedra angular de la economía y, a la vez, de la diplomacia venezolana
El número 2 bolivariano, que se declara "chavista radical", llegará el jueves temprano a Buenos Aires y tiene ese día agenda institucional en la Cámara de Diputados, en ronda oficial de la mano de Julián Domínguez, aunque la gestión oficiosa circuló por otra vía: la hicieron el diputado Edgardo Depetri y Oscar Laborde del Frente Transversal durante una visita a Caracas, a principios de marzo último, cuando le entregaron un documento de respaldo del Foro de San Pablo a Maduro.
En aquella visita estuvieron con el canciller Elías Jaua, una figura conocida en Buenos Aires porque fue embajador. En el raíd, le cursaron una invitación a Cabello para que venga a la Argentina. La operación se cristalizó al poco tiempo y Cabello estará 48 horas en Buenos Aires entre el Congreso, la Casa Rosada y un circuito político. Aunque no hay confirmación oficial, se presume que el jueves a la tarde o el viernes se verá con Cristina de Kirchner aunque, en lo protocolar, tiene una audiencia con el secretario General de la Presidencia Oscar Parrilli. Se verá, además, con el canciller Héctor Timerman y, entre otros, con el ministro de Planificación Julio De Vido con, quien, de verse, abordará un tema hipersensible: la cuestión energética.
Acto ultra-K
El abrazo político se planea para el viernes donde las agrupaciones que forman Unidos y Organizados (UyO), le preparan un acto de respaldo al gobierno venezolano en el teatro Margarita Xirgu, Antes, en un encuentro mañanero, dirigentes ultra K tendrá una charla mano a mano con el número 2 venezolano.
En enero último, Maduro planeó una visita a Buenos Aires que suspendió ante la crisis social en su país. El viaje de Cabello, más allá de las diferencias internas en el chavismo, adquiere simbolismo político en particular porque el presidente de la Asamblea Nacional solo hizo dos salidas oficiales del país en el último tiempo: visitó la Cuba de los Castro y la Nicaragua de Daniel Ortega. Para deleite de los opositores al kirchnerismo, el tercer destino de Cabello será Buenos Aires para ver a la Presidente.
La agenda es profusa. Está pendiente, todavía, el traspaso de la presidencia pro témpore del Mercosur de Maduro a Cristina de Kirchner, que debió hacerse en diciembre pero se suspendió por el estallido en Venezuela. En julio, a la vez, se vence el mandato del secretario general de la Unasur, Alí Rodríguez, y empiezan las consultas entre los países para abordar la sucesión.
Ese capítulo podría ofrecer una paradoja: José Mujica, el actual presidente del Uruguay, aparece con chances de sentarse en esa butaca que alguna vez, a pesar de los recelos del extupamaro, ocupó Néstor Kirchner.
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