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Cortes de luz: alivio por éxodo y baja de temperatura

El último día de 2013 estuvo cargado de enojo y bronca. Los vecinos salieron a las calles en protesta por la falta de energía. Ayer el servicio se restableció en la mayoría de los barrios.
Pese a que bajó la demanda de energía eléctrica en la región metropolitana de Buenos Aires después que el clima dio un respiro y especialmente por el éxodo turístico que comenzó ayer, aún se registraban cortes de luz y protestas en la Capital Federal, sobre todo en los barrios de Flores, Floresta, Parque Avellaneda y Caballito, los más perjudicados.
En el barrio porteño de Parque Chas, damnificados por cortes en el suministro eléctrico salieron a las calles el primer día del año para reclamar la inmediata restitución del servicio. Los vecinos se agruparon en las cercanías de la casa del ministro de Economía, Axel Kicillof, para manifestar su malestar por la falta de luz, aunque el domicilio del funcionario fue rápidamente custodiado por al menos cinco patrulleros. Al cabo de unas horas de protesta, levantaron el corte, tras haberse concentrado en el cruce de las avenidas De los Incas y De los Constituyentes.
A la falta de energía que en muchos casos provocó escasez de agua, el barrio de Flores también sufrió la falta de gas. Anoche, personal de Metrogas reparaba una pérdida de gas en un caño, que según relataron vecinos de esa zona, se rompió cuando una cuadrilla de Edesur trabajaba para restablecer el servicio eléctrico. El hecho ocurrió en la avenida Directorio, a metros de su intersección con la calle Membrillar, donde una llamarada que llegó a la altura del primer piso de un edificio contiguo surgió del caño cuando un operario empleaba un soplete para reparar la red de distribución eléctrica, según el relato de los vecinos damnificados. En las últimas horas de ayer, voceros de la empresa Edesur informaron que se registró "una importante disminución en el número de afectados", aunque continuaban las tareas de restitución a la totalidad de los usuarios. En tanto, fuentes de la otra compañía a cargo de la distribución eléctrica en el área metropolitana, Edenor, indicaron que "la empresa opera en forma casi normal por tres factores: cayó la demanda, bajó la temperatura y la gente está haciendo un uso racional de la energía".
Según especialistas del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la ola de calor que se registró en el área metropolitana a fines de diciembre pasado fue la más extensa de la que se tenga registro, lo que provocó un consumo histórico de energía y numerosos inconvenientes en el sistema de distribución, con múltiples y prolongados cortes de luz. El alivio llegó ayer, cuando el SMN disminuyó a "amarilla" la alerta por la intensa ola de calor. El descenso de las marcas térmicas registrado en las últimas horas determinó que cesara la alerta roja, que es el máximo nivel que se adopta ante los casos excepcionales de olas de calor. El nuevo estado de alerta amarilla significa que las altas temperaturas pueden ser peligrosas, especialmente para los bebés y los niños pequeños, la personas mayores de 65 años y aquellas con enfermedades crónicas, y se requiere tomar medidas preventivas.
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