Las primarias, una acechanza para seis boletas en Provincia

• Tienen que superar el 1.5% de electores.• Son unos 150 mil votos.• Impacto del turno polarizado.

Hay versiones de la izquierda clásica, variaciones del troskismo vernáculo en un mix que conjuga, en un caso, al chinoismo del PCR. Dos derivaciones filoperonistas, una de ellas enroscada en una disputa de pureza pejotista, y otra lanzada a anudar expresiones quizá disonantes como el piqueterismo y el nacionalismo que, a su vez, tendrá su expresión solitaria.

Se trata de las seis listas de diputados nacionales que competirán en las primarias del 11 de agosto en la provincia de Buenos Aires y que, con más o menos chance, enfrentarán ese turno electoral como una instancia de supervivencia para tratar de llegar a la elección general de octubre.

La ley que instauró las PASO establece en su artículo 45 que sólo los frentes o partidos que superen el 1,5% de los votos válidos pasarán a la segunda instancia, la votación "real" prevista para el 27 de octubre. No están, claro, al mismo nivel pero de las diez ofertas autorizadas por la Justicia electoral, seis tienen por delante el desafío de acumular los más de 150 mil votos imprescindibles para poder, en la general, entrar en la discusión por los cargos.

En 2011, el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) montó una campaña en las redes sociales para reunir los votos para llegar a la general con el mensaje adicional de instalar la idea de proscripción a las agrupaciones más chicas.

La jugada fue exitosa: el 14 de agosto de ese año, el FIT anotó 209.538 sufragios, llegó al 2,76% y consiguió el pasaje para la general. El frente amalgama al PO de Jorge Altamira -por asuntos de personería en provincia de Buenos Aires se llama Partido del Obrero, lo que le permite mantener la sigla histórica-, al Partido de los Trabajadores por el Socialismo (PTS) de Christian "Chipi" Castillo y a Izquierda por una Opción Socialista donde milita, entre otros, el sindicalista ferroviario Rubén "Pollo" Sobrero.

En este turno, el FIT está en la misma carrera junto a otros espacios que, en algún caso, arrastran antecentes menos bondadosos. Veamos:

Compromiso Federal (CF). La alianza que engloba a Es Posible, de los hermanos Rodríguez Saá; PNC-Unir de Alberto Asseff y al MIJD de Raúl Castells, superó con cierta holgura esa barrera dos años atrás: sumó 447.667 votos (5,89%). En este caso, dan por hecho que volverán a hacerlo además motivados por ser el único partido que tiene "primarias efectivas" porque en diputados nacionales presentan cuatro boletas. Una encabezada por Zulma De Angelis, prima del chacarero entrerriano, otra por el actual diputado Eduardo Amadeo, la tercera por el excandidato a vicegobernador Jose Tagliafico y la última por Nina Peloso.

Podemos. Despegados del FAP de Hermes Binner tras el acuerdo con la UCR, este sector lo integran la UP de Víctor De Gennaro, el Partido del Trabajo y del Pueblo (PTP), Nueva Izquierda y el MST. La candidata es Marta Maffei pero el espacio no tiene referencia lineal respecto de 2011 porque el UP. por caso, formó parte del FAP que superó el medio millón de votos en aquella primaria aunque ahora el ala mayoritaria de aquel bloque se alió al radicalismo. 

Unión con Fe. El frente presenta como candidato a Gerónimo "Momo" Venegas y es un colectivo de partidos que integra al que fue el sello de Domingo Cavallo, Acción por la República (AR), y al que a mitad de los años 90 creó José Octavio Bordón, PAIS. Sin antecedentes, es uno de los que aparece en zona de riesgo. 

MAS. La sigla histórica que Luis Zamora popularizó a fines de los años 80, ahora se forma con Movimiento Avanzada Socialista (fue, entonces, Movimiento Al Socialismo) y viene de un mal resultado en 2011: en la primaria de aquel año sacó 15.410 votos, algo más del 0.2 % de los votos válidos. Se quedó sin chance de competir en octubre.

Gente en Acción. El partido del nacionalista Alejandro Biondini es el último de la tira de partidos que arriesga su permanencia en octubre. Sólo presenta candidatos a diputados nacionales (el primero en la boleta es Leonardo Bariani, que supo ser dirigente del MODIN, de Aldo Rico), y dos año atrás apenas sumó 9.201 votos. A las referencias positivas y negativas se debe sumar un dato más: la elección presenta, según las encuestas, una fuerte polarización entre el Frente para la Victoria (FpV) que postula a Martín Insaurralde y el Frente Renovador (FR) de Sergio Massa, y ubica en el tercer y cuarto escalón al Frente Unidos por la Libertad y el Trabajo, cuyo candidato es Francisco De Narvaez, y al Frente Progresista Cívico y Social encabezado por Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín. En ese escenario, la atomización del voto de izquierda además de la polarización entre los peronismos, podría dificultar el acceso a los necesarios 150 mil votos.