PJ: nueva cúpula pero menos votos

• Con menos votantes que en 2008, Espinoza es tercer matancero al frente del partido.• El massismo perdió territorios.

Sonrisas anoche en la sede porteña del PJ tras conocerse el resultado de la elección interna en Buenos Aires: Juliana di Tullio, Jorge Domínguez, Daniel Scioli, Fernando Espinoza, Carlos Kunkel, Jorge Capitanich, Jorge Landau y allegados.

El PJ bonaerense normalizó ayer sus papeles y se garantizó cuatro años de supervivencia administrativa. Sin rivales en el tramo provincial y seccional, y con disputas en sólo 23 de los 134 distritos, el partido cumplió el formalismo de la interna y bendijo a sus nuevas autoridades.

Con los mandatos del PJ nacional vencidos, el peronismo de Buenos Aires vuelve a ser, como en buena parte de la década pasada, la última trinchera del peronismo. Fernando Espinoza se convirtió en el tercer matancero en quedar al frente del partido. Antes, en los 90, la butaca la ocupó Alberto Pierri y, entre 2008 y 2010, lo hizo Alberto Balestrini. Se consolidó, además, la tendencia de proclamar caciques del conurbano profundo: desde 1983, sólo entre 2004 y 2008, la jefatura estuvo en manos de un dirigente del interior, José María Díaz Bancalari.

Ancohe, en la sede del PJ nacional en la calle Matheu, se dijo que votó algo más del 25% del padrón de 1.392.070 afiliados, unos 400 mil votantes. La Carta Orgánica partidaria impone como requisito para validar a una boleta única que la refrende, al menos, el 5% del padrón.

Merma

Los sacudones, el desinterés y la derrota del 27-O, sumado al vacío que produjo la no participación orgánica del espacio de Sergio Massa, se reflejó en los números. La merma fue notoria. Cuando resultó electo Balestrini el 30 de noviembre de 2008 votaron casi 550 mil afiliados y hubo riña en 35 distritos, según se detalló entonces la Junta del PJ. Ayer, concurrió un 30% menos que en aquella interna y los duelistas se redujeron a 23 municipios.

En ese pequeño universo, las novedades fueron contadas. La más relevante es el triunfo de Gustavo Aguilera en San Fernando contra Cristina Maderna, candidata que tuvo el respaldo del hipermassista Luis Andreotti, alcalde que es casi una extensión de Massa. Otro revés massista se registró en Presidente Perón donde Carlos Acuña, barrionuevista que controla el gremio de Estaciones de Servicio, quiso renovar el mando ante el intendente Aníbal Regueiro. No pudo ante el peronismo K. En Junín, en la Cuarta Sección, el diputado nacional del FpV y dirigente de SMATA Sergio Romero también se colgó una medalla: derrotó al massista Julio Henestrosa.

Los derrapes massistas pudieron ser más si la cúpula del Frente Renovador no hubiese ordenado no participar. Al final, con su nombre, sólo lo hicieron Jesús Cariglino que renovó en Malvinas y Carlos Selva que, entre tumultos y forcejeos, se impuso en Mercedes al neocamporista Juan Pablo López Baggio.

Derrotados

Otros massistas perdieron sin jugar. En Hurlingham, Luis Acuña, tendrá que convivir con un PJ comandado por Raúl Zurita, quien reporta a Juan Zabaleta. Dario Giustozzi, en Almirante Brown, dejó el partido en manos de un esquema que comanda el sciolista Mariano Cascallares. Otro sciolista que festejó fue Cristian Breitenstein, que ganó Bahía Blanca.

En José C. Paz, el declarado nestorista Mario Ishii, cuerpeó y en medio de denuncias cruzadas sobre episodios violentos, se quedó con el control del PJ local.

Anoche, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. y el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, se aparecieron por la sede de Matheu para festejar, eso que el PJ bonaerense no pudo hacer este año.