10 de marzo 2016 - 00:00

Ponerse en los zapatos del soldado

El film danés “A War: la otra guerra” es un creíble relato sobre las decisiones que a veces deben tomarse en una guerra, y que los civiles están lejos de entender.
El film danés “A War: la otra guerra” es un creíble relato sobre las decisiones que a veces deben tomarse en una guerra, y que los civiles están lejos de entender.
"A War: la otra guerra" ("Krigen", Dinamarca, 2015). Dir.: T. Lindholm. Int.: P. Asbaek, T. Novotny, D. Salim, S. Malling.

Dinamarca participa de la ocupación de Afganistán con un puñado de tropas, simbólico, pero cuyos miembros van al frente. Algunos de ellos mueren, los demás vuelven, pero algo en su cabeza debe haberles pasado. Sobre esto Susanne Bier hizo una película dramática medio morbosa, "Hermanos". Ahora vemos la de Tobias Lindholm, candidata reciente al Oscar Extranjero.

Lindholm es ocasional libretista de Thomas Vintenberg, un hijo del Dogma 95. Y además, dirige. En el Festival de Mar del Plata 2012 presentó "Un secuestro", relato del ataque de piratas somalíes a un barco en el Mar Rojo, y las negociaciones telefónicas del capitán con los dueños de la compañía naviera para evitar que los fascinerosos mataran a la tripulación. Claro, las cosas no se ven iguales en un barco invadido que en una linda, lejana y segura oficina. Puestos a comparar, esta obra era más verosímil que "Capitán Phillips", con Tom Hanks.

"R", "Un secuestro" y "A War: la otra guerra" forman un tríptico de historias sobre hombres encerrados en situación de peligro. En este caso, una patrulla es sorprendida por el fuego de los talibanes. Para salir del encierro y trasladar un herido grave, el jefe toma una decisión lógica y comprensible desde el punto de vista de la patrulla, pero eso causa daños a terceros. Ahora debe afrontar el juicio de quienes nunca estuvieron en combate, el reclamo de su esposa, la inocencia de sus hijos, y su propia conciencia.

Planteo moral interesante, cuestionamiento claro a una falsa política de ayuda a la población civil que en verdad la deja más desamparada, asuntos que el cine bélico norteamericano difícilmente expondría (quizá por eso mismo la candidatearon al Oscar), ésos son los méritos de la película. Su puesta en escena hace creíbles los episodios de patrullaje, vida en cuartel y relación con los pobladores. Cierto distanciamiento nórdico le quita puntos, igual que cierto silencio donde cualquier acusado, y aún más un abogado defensor, hubiera dado las explicaciones pertinentes en forma inmediata.

P.S.

Dejá tu comentario