17 de diciembre 2012 - 00:00

Preparan otra misión de Moreno y empresas

Cristina de Kirchner, Guillermo Moreno
Cristina de Kirchner, Guillermo Moreno
La secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, se acercó al presidente de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, y le susurró: «Tenés que venir, Vasco...». Varios de los que rodeaban al dirigente industrial en la planta de vacunas que inauguraba la Presidente escucharon el pedido sin saber a qué se refería la funcionaria.

La aclaración llegó horas más tarde, cuando un e-mail remitido por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, convocaba a empresarios de todos los sectores a acompañar a Cristina de Kirchner a una gira comercial por Emiratos Árabes Unidos, Indonesia y Vietnam. El convite fija como fecha de partida el 14 de enero, y el regreso para el 21 del mismo mes. El costo de la excursión ronda los u$s 10.000.

No serán pocos los dispuestos a pagar el precio: el objetivo es estar cerca de Moreno y de Cristina de Kirchner.

Moreno parece haberse recuperado del disgusto que sufrió en Brasilia, cuando fue excluido de las negociaciones bilaterales entre Cristina y su par brasileña, Dilma Rousseff.

Así fue como la semana pasada organizó una inusual asamblea de sindicalistas cercanos al Gobierno y empresarios de todos los sectores, para tratar de hacerles un «by pass» a las negociaciones salariales que deben comenzar en marzo. El resultado no le fue demasiado halagüeño en lo que hace a ese objetivo (los propios miembros de la CGT «Balcarce» dijeron que los sueldos se discuten sólo en paritarias), pero el encuentro le sirvió a Moreno para reubicarse en el centro de la escena.

A la salida de la reunión se dijo que la intención era mantener nuevos encuentros entre empresarios y gremialistas, e incluso convocar al tantas veces meneado Consejo Económico y Social, mesa tripartita (de la que también participaría el Gobierno) para tratar allí temas estratégicos de la economía y la relación patrones-obreros.

Hasta ahora eso no sucedió; lo más probable es que la iniciativa no tenga mayor vuelo. Los sindicatos adheridos a la CGT «oficial» de ningún modo aceptarán topes a sus reclamos sencillamente porque eso los colocaría en una situación muy desventajosa de cara a la CGT Azopardo que conduce el ahora opositor Hugo Moyano.

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