Senado destrabó el acuerdo a Milani

Miguel Pichetto, Aníbal Fernández y el radical Gerardo Morales, ayer en la larga reunión de la comisión de Acuerdos del Senado. Hubo un amargo debate sobre el ascenso de César Milani a teniente general.

El kirchnerismo logró ayer emitir el dictamen del pliego de ascenso del jefe del Ejército, César Milani, de general de División a teniente general (el grado máximo en el Ejército y el mismo al que accedió finalmente Juan Domingo Perón cuando en el 73 se le restituyó su rango militar), en medio de un duro debate en la reunión de la Comisión de Acuerdos del Senado donde la oposición volvió a cuestionar al militar por las sospechas de su presunta participación en delitos de lesa humanidad.

En la reunión de Acuerdos, los nueve senadores oficialistas que integran ese cuerpo firmaron el dictamen para el pliego que propone el ascenso de Milani, que se votará el próximo miércoles.

El acuerdo a Milani había ingresado al Senado en julio y, un día antes de emitir el despacho, el Gobierno decidió postergar el tratamiento hasta noviembre, no por las denuncias de la oposición que ya se conocían, sino frente a la primera presentación que hizo el CELS presidido por Horacio Verbitsky. Esa situación actuó como un tapón que frenó el tratamiento del resto de los ascensos militares.

Ayer, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dio la última palabra en el Gobierno sobre el futuro del militar cuestionado: "Si eventualmente existe una condena, el Poder Ejecutivo ha adoptado las medidas correspondientes: lo hizo con el almirante Godoy, lo hizo con el teniente general Bendini. Es la manera en que se puede actuar", dijo. "Nosotros ratificamos la voluntad para que el pliego se debata hoy y luego se ratifique en el Senado. Milani ha tenido tres ascensos sin cuestionamientos".

Con esa orden del Poder Ejecutivo, Miguel Pichetto avanzó por la tarde en la maratónica sesión de ayer de la Comisión de Acuerdos, donde además de los ascensos militares, se debatieron los acuerdos a Hernán Lorenzino, a 4 directores del Banco Central y a una lista de 50 diplomáticos.

La oposición acusó al kirchnerismo de darle acuerdo a un militar sospechado por supuestas violaciones a derechos humanos y el oficialismo se defendió argumentando que Milani no está procesado y que, por lo tanto, rige el principio de inocencia.

Sostuvieron esa posición a pesar de las dos ocasiones en las que el Centro de Estudios Legales y Sociales objetó el pliego de Milani; en una de ellas por la denuncia del expreso político Ramón Olivera, que acusa al militar de apremios ilegales.

El otro caso citado fue el del conscripto desaparecido Alberto Agapito Ledo, que era ayudante del ahora jefe del Ejército, y que también había sido presentado por el CELS como argumento en contra de Milani.

El radical Gerardo Morales se encargó de argumentar que "el CELS tiene un vínculo muy estrecho con el Gobierno, pero ha puesto un límite; aporte que hizo con el acta de deserción del conscripto Ledo, firmada por Milani".

"Todavía no fue procesado, pero puede ser procesado, y eso va a ser un bochorno no sólo para el Gobierno sino para todos", insistió Morales.

Pichetto, más técnico que político, ratificó que votarían a favor del pliego porque "no hay imputación de ningún fiscal en ninguna de las causas mencionadas y prima el principio de inocencia".

"Consideramos que si lo hubiera, la Presidenta va a tomar el camino que ya tomó en el caso Bendini en el Ejército y en el caso Godoy en la Armada, a quienes los pasó inmediatamente a retiro y los puso a disposición de la Justicia", dijo.

Ernesto Sanz le retrucó a Pichetto: "No entiendo cómo desde la militancia justicialista aprueban esto. Están entregando muchas banderas, banderas profundas del peronismo".

"Es verdad que hay presunción de inocencia y no hay imputación todavía, pero ustedes le van a dar el acuerdo a una persona sospechada de haber participado en la dictadura y de haberse enriquecido ilícitamente en democracia", dijo.

Finalmente, el oficialismo le dio dictamen al pliego con las firmas de Pichetto, Aníbal Fernández, Marina Riofrío, Juan Manuel Irrazábal, María Laura Leguizamón, Marcelo Guinle, Pablo González, Beatriz Rojkés de Alperovich y Walter Barrionuevo.

Poco después también obtuvieron dictamen -sin objeciones de la oposición- los ascensos propuestos para los jefes de las otras armas de las Fuerzas Armadas. Así, el próximo miércoles, cuando el Senado apruebe los pliegos, el jefe de la Armada, Gastón Fernández Erice, será ascendido de contraalmirante a vicealmirante; el de la Fuerza Aérea, Mario Callejo, de brigadier mayor a brigadier general; y el del Estado Mayor Conjunto, Luis María Carena, de general de brigada a general de división.