Grabaciones

McCartney: una pequeña ayuda de los amigos

El año pasado, “McCartney III” demostró el talento del ex Beatle, que encerrado por la pandemia grabó una secuela de sus emblemáticos “McCartney I” y “McCartney II”, experimentos solitarios surgidos de la separación de los Beatles y de los Wings.

Luego de ese tercer disco, donde todos los instrumentos estuvieron a su cargo, McCartney tuvo una ocurrencia, inédita en su carrera: remixar todo el disco, ya de por sí excelente, con la ayuda de músicos del calibre de Beck (que abre el álbum con un furibundo “Find My Way”. Pero además de los artistas invitados, que incluyen miembros de Radiohead, Queen of the Stone Age y Blu, este “McCartney III Imagined” es mucho más que una selección de covers y remixes del álbum del 2020: se trata de un disco completamente diferente que exhibe la vitalidad del ex Beatle, que suena como si estuviera divirtiéndose a lo grande con los arreglos electrónicos de sus canciones, a las que reinventa de un modo sorprendente. Si “McCartney III” ya de por si era muy bueno, este “McCartney III Imagined” por momentos lo supera. Este disco muestra a un Paul McCartney que no conocíamos, que sabe cómo sacar todo el potencial de los artistas invitados sin por eso relegar su papel estelar.

Diego Curubeto

=“McCartney III Imagined”, Paul McCartney -Universal/Capitol/EMI. 3142595.

David Crosby, el irrompible, con una nueva grabación

A punto de cumplir 80 años (el próximo 14 de agosto), David Crosby sabe que tiene un Dios aparte: es que el musico esencial del flower power, primero con The Byrds, y luego, con Crosby Stills Nash & Young, se dejó llevar por todos los excesos imaginables, tocando fondo varias veces, incluyendo múltiples infartos, trasplante de hígado, casi un año en prisión y bancarrotas imposibles que lo convirtieron en homeless. Pero este super hippie indestructible aquí está con un nuevo álbum que, desde la portada, un retrato a cargo de Joan Baez, y la canción del título, homenaje a su ex, Joni Mitchell, explica que le da lo mismo si le quedan dos semanas o una década por delante, mientras pueda disfrutar cada hora. Crosby nunca funcionó demasiado bien como solista –su mejor opus en solitario, “If I Only Could Remembr My Name”, era un formidable pero algo excesivo viaje psicodélico. Sabiendo sus limitaciones, y sin Nash para hacerle el aguante, vaya uno a saber por qué aquí Crosby se apoya en otros camaradas setentistas como Michael McDonald, de los Doobie Brothers, y Donald Fagen, de Steely Dan (que se luce en un gran ttema, “Rodriguez for a Night”, una celebracion de los desmadres setentistas). Su voz está intacta, las mejores canciones están a la altura de la leyenda viviente, y su versión de “For Free” es imperdible. Para terminar el álbum, Crosby se pone realmente oscuro con un estremecedor “I Won’t Stay for Long”.

D.C.

=“For Free”, David Crosby. BMG 40505692297.