Pedroso: "El arte crea también bases políticas"

Franklin Pedroso: «Ya hay más de 50 bienales de arte en el mundo, y me parece que hay que pensar en una nueva forma de presentar a los artistas, tal vez no tan masiva, más íntima».

Franklin Pedroso, curador de la próxima edición de la Bienal del Mercosur que se realizará en Porto Alegre en 2005, llegó a Buenos Aires para asistir a la inauguración de la muestra de Victor Grippo en el Malba. Para recibirlo, el embajador de Brasil, Mauro Vieira, organizó una pequeña reunión en la residencia de la calle Arroyo.

Pedroso trabajó en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y su principal antecedente es la curaduría del módulo «Arte contemporáneo» de la memorable megaexposición «Brasil+500, Muestra del Redescubrimiento», que luego de exhibirse en San Pablo salió de gira por varios museos del mundo, entre ellos, los más importantes de Buenos Aires. El recorrido de estas exposiciones aún continúa y ha posibilitado no sólo la inserción del arte de Brasil en el primer plano del circuito internacional, sino además de sus críticos y curadores.

En excelente español y con poco más de 40 años, Pedroso contó que prepara una gran muestra para presentar en Franciay destacó la conveniencia de fomentar las alianzas culturales con Argentina. Sobre estos temas, y el protagonismo de Itamaraty en la actividad cultural, conversó con este diario.

Periodista: Brasil aspira a aunar fuerzas con los países del Mercosur, ¿puede la cultura o, el arte en este caso, ayudar la alianza del bloque?

Franklin Pedroso: Sí, claro, porque el arte y la cultura en general, junto con la educación,conforman la base de la integración económica y política.

P.: En la última Bienal del Mercosur, el presidente Lula dijo que en la próxima van a estar presentes todos los presidentes de los países integrantes.

F.P.: Esa es la idea. La nueva gestión de la Bienal acaba de comenzar y hay un nuevo presidente, que por supuesto se va a encargar de invitarlos a todos. Pero siempre a través de Itamaraty, pues fue a través de la Cancillería que pudimos contar con la presencia de Lula. Fue la primera vez que un presidente de Brasil estuvo presente en la Bienal del Mercosur.

P.: ¿El presupuesto de la Bienal continúa siendo de 8 millones de reales?

F.P.: Nunca se sabe, ni siquiera se conoce el de la Bienal de San Pablo. El presupuesto se planea cada año, aunque no creo que sea tan amplio como el de la última vez por dos razones: primero, porque vamos a tener menos tiempo para buscar dinero, ya que para la cuarta Bienal el presidente, Renato Malcom, estuvo un año buscando fondos, tiempo del que no dispone el actual nuevo presidente, y segundo, porque va a cambiar la estructura de la Bienal.

P.: ¿Cuál es su plan en Buenos Aires?

F.P.: Vine a ver la exposición de Grippo, porque admiro su obra y me gusta muchísimo. Es un artista que conocí mucho. Grippo estuvo casado con una artista brasileña, y trabajamos juntos cuando coordiné para el Museo de Arte Moderno de Nueva York una muestra de arte latinoamericano que él integraba. Coincidimos en varias ciudades de Europa y nos hicimos amigos.

• Crisis

P.: Los críticos han sido muy duros con la última Documenta y con la Bienal de Venecia, ¿se podría decir que los megaeventos del arte están entrando en una crisis que acá en Latinoamérica todavía no se percibe?

F.P.: Aquí no se percibe, pero creo que hay que ser cautelosos, es un tema para reflexionar. Ya hay más de 50 Bienales de arte en el mundo, y me parece que hay que pensar en una nueva forma de presentar a los artistas, tal vez no tan masiva, más íntima. A pesar de todo, la muestra de los 500 años de Brasil fue muy importante para nuestro país, presentó la historia de nuestro país a través de su arte. La historia de Argentina es un proyecto interesante.

P.: Ese proyecto se abandonó a pesar de que Edemar Cid Ferreira, presidente de Brasil Connect, ofreció apoyo financiero para exhibir la historia de Argentina en la Pinacoteca de San Pablo.

F.P.: Creo que se abandonó por cuestiones económicas, pero no creo que Cid Ferreira lo haya olvidado. Es un buen proyecto que se podría retomar.

P.: Brasil tiene claras estrategias políticas y económicas de liderazgo interno, como Uruguay o Bolivia, y también externas, no sólo con países de la comunidad andina, sino también en cuanto al comercio exterior con China o la India. ¿Existe una ambición de liderazgo a nivel cultural?

F.P.: No es nuestro propósitoliderar la cultura, y menos con la Argentina, pues no hay ninguna rivalidad y somos países más que hermanos. De ningún modo se plantea esa cuestión. Al contrario, creo que hay que tener gestos solidarios. Ahora Brasil tiene grandes muestras en Japón y en China, en la Ciudad Prohibida que está amurallada, donde ahora están los museos, restauramos un ala de un edificio y presentamos una muestra. Existe una gran presencia internacional de nuestro arte. El año próximo va a ser el año cultural de Brasil en Francia, y estamos trabajando para llevar varias exposiciones.

P.: Aquí también, para presentar una muestra de Brasil, restauraron una sala del Museo de Arte Moderno, que depende del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, uno de los pocos organismos que posee un excelente presupuesto.

F.P.: Fui el curador de esa muestra y decidí utilizar la sala del primer piso, pero estaba reducida a escombros, así que consulté con la directora, Laura Buccellato, y luego con Edemar Cid Ferrira, y él aportó los fondos para la restauración.

Entrevista de Ana Martínez Quijano