«Los Thornberrys. La película» («The Wild Thornberrys. The Movie», EE.UU., 2002, dobl. en esp. con canciones en ingl.) Dir.: J.McGrath & C.Malkasian; dibujos animados.
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La serie infantil «Los Thornberrys» se pone los pantalones largos y va al cine en algo así como un capítulo doble, a gran pantalla, gran despliegue de colores, y grato fondo musical. El resultado está al nivel de la serie, y en su mejor parte incluso tiene buen suspenso, pero igual le falta emoción.
Esta vez, mientras sus padres siguen filmando documentales de la naturaleza, la hija menor, la de frenillo, que habla con los animales y es fervorosa ecologista, se mete en serios problemas con cazadores furtivos, elefantes nerviosos, aguas turbulentas, la pérdida de sus poderes, y -lo peor-la vida en un internado de señoritas. De este último episodio sale el mejor chiste, cuando la policía inglesa confunde un mono con una niña aristocrática (al mono le basta con parar la nariz).
•Apunte
El mejor apunte, en cambio, está en la inesperada relación de la hija mayor, cien por ciento adolescente americana, con un negrito amable e inteligente, que de ningún modo es su tipo, pero es el único chico en kilómetros a la redonda. Una situación bien planteada, que además evita la menor frase sentenciosa, y la lagrimita que en otros casos hubiera sido ineludible. Mérito, o limitación quizá, de todos los dibujos de los productores Klasky-Csupo.
Tampoco emocionan, aunque son bien agradables, los demás personajes -el padre enternecido, el salvajito hiperkinético, la abuela victoriana, el viejo coronel que duerme abrazado a un osito, etc.-, ni la selección de «world music», con Youssou N'Dour, Peter Gabriel, Sting, Hugh Masekela, Angelique Kidjo, Wes, y Las Hijas del Sol, amen de Paul Simon y la sueca Sita.
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