Así es la mansión de Jorge Rivero en Hollywood Hills: el refugio rústico del galán mexicano eterno

Un vistazo al estilo rústico y millonarios detalles que definen la mansión donde Jorge Rivero disfruta su vida junto a su esposa Betty.

A sus 86 años, Jorge Rivero continúa viviendo rodeado de recuerdos, cine e historia. El actor mexicano, uno de los rostros más emblemáticos del cine de los años 60 y 70, reside desde hace años en una imponente mansión ubicada en las alturas de Hollywood Hills, un enclave donde las vistas panorámicas y la tranquilidad se convierten en aliados del retiro perfecto. Su hogar, que comparte con su esposa Betty Moran, no solo es un refugio íntimo, sino una extensión absoluta de su personalidad artística.

Cuando el programa Un Nuevo Día visitó la propiedad, las cámaras revelaron que la casa del histrión está lejos de seguir las tendencias modernas minimalistas. Jorge Rivero apostó por un estilo que abraza lo rústico, lo cálido y lo profundamente nostálgico. Cada rincón está cargado de objetos, texturas y detalles que cuentan su historia dentro y fuera de los sets.

La primera imagen que impresiona es el exterior. Desde su terraza elevada se aprecia una vista abierta de Los Ángeles, con palmeras que enmarcan un horizonte que parece sacado de una postal californiana. Las áreas verdes rodean la casa, creando una sensación de oasis privado. Los muebles de jardín, llenos de color, contrastan con el entorno rocoso y las estructuras de tejas, dando un toque relajado y vibrante al espacio.

Cómo fue la mansión de Jorge Rivero en Hollywood Hills: interior rústico digno de película

Al entrar, la mansión se transforma en una especie de cabaña de lujo: techos de madera a dos aguas, vigas expuestas y paredes recubiertas con tablones que evocan las antiguas casas de montaña. El corazón del lugar es un gran salón presidido por una chimenea de ladrillo, alrededor de la cual Rivero tiene una colección de objetos antiguos, piezas de arte y detalles vintage que aportan carácter.

Uno de los elementos más llamativos es un enorme candelabro de hierro forjado que cuelga desde el techo, iluminando un altillo circular que funciona como balcón interior. La estructura recuerda el estilo clásico de las mansiones de época, aportando elegancia y fuerza visual al ambiente.

La casa está repleta de fotografías, afiches y recuerdos de una trayectoria que supera las 200 películas. Entre las paredes cuelgan imágenes icónicas de Rivero en roles de acción, aventura y drama, muchas de ellas en blanco y negro, que resaltan su emblemática presencia cinematográfica. También hay afiches de producciones internacionales, un guiño a su paso por Hollywood en sus años de mayor popularidad.

Incluso se observa un viejo jukebox, símbolo perfecto de su gusto por los elementos clásicos y la cultura pop de mediados del siglo XX. Cada objeto funciona como cápsula del tiempo, invitando a recordar una etapa dorada del cine mexicano y latino.

Lejos de ser una mansión fría o impersonal, la residencia de Jorge Rivero irradia autenticidad. Su estilo vaquero, su amor por la madera, las piezas artesanales, los sillones amplios y la iluminación cálida hacen que el lugar parezca más un refugio emocional que una casa de lujo. Es un espacio vivido, curado con paciencia, y que encarna la esencia de un actor que marcó a generaciones.

Así es el hogar donde Jorge Rivero ha encontrado paz, historia y compañía. Un rincón en Hollywood Hills que, más que una mansión, es un testimonio de vida.