Mariazel Olle, conocida por su trabajo en televisión y por su papel como conductora en Me Caigo de Risa en Televisa, volvió a poner el foco sobre un problema recurrente: las amenazas y el acoso que se normalizan en las redes sociales.
Televisa sacudida: la amenaza contra una estrella de la televisora que genera preocupación
Televisa enfrenta críticas tras la amenaza que recibió Mariazel en Facebook; la conductora exige responsabilidad y pide combatir la impunidad en redes.
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Conductora de Televisa fue amenazada.
En días recientes, la conductora publicó en su cuenta de Facebook que un usuario la amenazó de muerte; minutos después compartió una captura que confirmaba el mensaje intimidatorio, lo que detonó indignación entre colegas, seguidores y organizaciones en defensa de la libre expresión.
El mensaje que recibió la conductora de Televisa
La amenaza —un texto que aludía a que “pronto tu cabeza aparecerá dentro de una hielera”— no solo conmocionó por su crudeza, sino porque, según Mariazel, la experiencia anterior de exponer un ataque en redes terminó con la sanción para ella y no para el agresor: su cuenta fue suspendida por un par de meses. Esa situación, denuncia la conductora, es un ejemplo de la asimetría en la moderación que muchas figuras públicas enfrentan, donde la víctima termina penalizada y el agresor permanece activo.
El episodio vuelve a encender el debate sobre la responsabilidad de las plataformas digitales y la necesidad de protocolos eficientes para proteger a periodistas, conductores y artistas que, por su exposición pública —como quienes trabajan en Televisa— son blanco frecuente de amenazas, ataques misóginos y campañas de hostigamiento. Mariazel, lejos de sumarse al silencio, decidió visibilizar el ataque y exigir que las autoridades correspondientes investiguen y que la propia red social aplique sanciones proporcionales contra el usuario identificado como Octavio Betancourt.
La reacción en el ecosistema televisivo fue inmediata. Compañeros de programa y figuras del medio manifestaron su apoyo público y reclamaron medidas concretas: desde mejorar la atención a denuncias hasta protocolos que eviten que las víctimas queden desprotegidas. Varios especialistas en derecho digital y seguridad mediática recordaron que las amenazas constituyen delitos y que hay canales legales para proceder, aunque también apuntaron que la víctima suele enfrentar desgaste emocional y administrativo si las plataformas no colaboran.
Este caso recalca dos problemas paralelos: la impunidad de quienes amenazan desde el anonimato o perfiles poco vigilados y la falta de mecanismos de reparación y protección para las víctimas. En el ámbito de la Televisa y la industria del entretenimiento en México, el incidente de Mariazel se suma a una lista creciente de episodios que exigen protocolos de protección, asesoría legal y apoyo institucional a quienes, por su trabajo en la esfera pública, quedan expuestos.
La conductora pidió convertir la indignación en acción: denunciar formalmente, exigir a Facebook (Meta) investigar con transparencia y crear canales eficaces para la atención a víctimas. Mientras tanto, el episodio sirve de recordatorio para audiencias y empresas: el discurso de odio y las amenazas no son “ruido” de internet; son conductas que pueden escalar y deben ser atendidas con seriedad.
Para Mariazel y muchos en el medio, la prioridad es recuperar la tranquilidad y garantizar que quien agrede enfrente consecuencias reales. Que un caso así se haga público —y que implique a una figura ligada a Televisa— obliga a repensar cómo las plataformas y las autoridades protegen a quienes informan y entretienen, y a redoblar esfuerzos para que la libertad en redes no conviva con el miedo.
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