Enrique Olivera, ex jefe de Gobierno de la Capital y anotado ahora como precandidato a diputado nacional por la UCR en las próximas elecciones, hará hoy el primer acto de su campaña. Será en el almuerzo del llamado grupo Progreso, una ONG gastronómica integrada por radicales de todos los palos de la Capital y la provincia de Buenos Aires que da de comer los jueves en el mítico santuario partidario de Lalín (barrio de San Telmo). Olivera lleva adelante desde hace un año una cruzada de visitas parroquiales junto al abogado y ex ministro Ricardo Gil Lavedra para construir una lista de candidatos radicales «de oposición» que se diferencien de los radicales oficialistas que hoy sostienen a Aníbal Ibarra (por caso Rodolfo Terragno, Luis Brandoni o el jefe partidario Jorge Casabé).
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La divisoria de aguas que ha significado el referendo de revocatoria al que se somete la estabilidad del gobernante del distrito se enancó rápido en la puja interna de los radicales, en especial luego de que Raúl Alfonsín desautorizase los apoyos que algunos de sus amigos proferían hacia Ibarra (ver vinculada).
La peña que ha invitado hoy a Oliverase alimenta de todas las tribus partidarias de la UCR, lo cual anticipa un debate caliente. La conduce el ex diputado José Bielicki, un orgánico del partido, asesora hoy a Mario Losada, la integran, entre otros, el ex titular del Banco-Central Alfredo Concepción, los ex senadores Adolfo Gass y Oscar Napoli, los ex funcionarios Carlos Lacerca y Nélida Baigorria.
La crisis política que siguió a la tragedia de la disco República de Cromañón también le da marco a la intervención pública de Olivera, quien defenderá un famoso Decreto 1015 -que firmó siendo jefe de Gobierno-que creaba un sistema de controles de locales públicos y habilitaciones en el que se cruzaba la tarea de los inspectores con controles vecinales. Esa norma fue derogada por Ibarra a finales del año 2003 cuando hizo la recordada purga de inspectores.
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