Operación "Martillo de medianoche", el ataque de EEUU a Irán: cómo se gestó en secreto uno de los mayores planes militares del Pentágono

Coordinada durante meses y lanzada en la noche del viernes, la ofensiva sorprendió a Irán con un ataque simultáneo contra Fordó, Natanz e Isfahán.

El ataque aéreo de EEUU contra Irán marco un hito en la historia militar estadounidense

Foto: Reuters

La operación secreta bautizada "Midnight Hammer" (Martillo de medianoche) marcó un hito en la historia militar estadounidense al convertirse en el mayor despliegue de bombarderos furtivos B-2 jamás realizado por el país. Coordinada durante meses y lanzada en la noche del viernes, la ofensiva sorprendió a Irán con un ataque simultáneo contra tres de sus instalaciones nucleares más sensibles: Fordó, Natanz e Isfahán.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Dan Caine, ofrecieron este domingo detalles del operativo en una conferencia desde el Pentágono. “Ninguna otra nación tiene la capacidad de ejecutar una operación de esta magnitud con semejante precisión”, sostuvo Hegseth.

Más de 125 aeronaves involucradas en el ataque aéreo de EEUU a Irán

Según el informe oficial, más de 125 aeronaves participaron en la misión, incluyendo siete B-2 Spirit, cazas escoltas, aviones de reconocimiento y unidades de reabastecimiento aéreo. Se lanzaron en total 75 bombas y misiles, destacándose el uso de proyectiles antibúnker GBU-57 de 13,6 toneladas.

Los bombarderos despegaron desde la base de Whiteman, en Misuri. Mientras un grupo volaba hacia Guam como parte de una maniobra de distracción, el resto avanzaba hacia el espacio aéreo iraní de manera encubierta. La secuencia de bombardeos comenzó a las 17:00 hora de Washington con el lanzamiento de misiles Tomahawk desde un submarino estadounidense contra el complejo de Isfahán. Poco después, las bombas pesadas impactaron en Fordó y Natanz.

La vista aérea de Fordó, antes y después del ataque. Más de 125 aeronaves participaron en la misión, incluyendo siete B-2 Spirit, cazas escoltas, aviones de reconocimiento y unidades de reabastecimiento aéreo.

Resultado: ataque sin detección ni resistencia

El Pentágono afirmó que las defensas aéreas iraníes no detectaron la operación y que no hubo reacción alguna por parte de sus cazas. Las fuerzas estadounidenses regresaron sin sufrir pérdidas ni daños. “Ni una sola baja. Ni un solo misil enemigo lanzado”, destacó el general Caine.

El presidente Donald Trump supervisó toda la operación desde la Sala de Situaciones de la Casa Blanca tras regresar de su club de golf en Nueva Jersey. Según funcionarios del Departamento de Defensa, la misión fue diseñada cuidadosamente para limitar el daño colateral. “No buscamos derrocar al régimen, sino reducir las capacidades nucleares de Irán y proteger a nuestras tropas y a nuestro aliado Israel”, subrayó Hegseth.

Advertencia de Trump a Teherán

En un mensaje emitido tras el ataque, Trump declaró que la República Islámica debe ahora decidir entre “la paz o una catástrofe aún mayor que lo vivido en estos días”. La operación, según señalaron fuentes oficiales, fue decidida luego de estancarse las negociaciones nucleares con Teherán y ante el temor de que Irán alcanzara un punto crítico en su desarrollo armamentístico.