Lima (AFP) - Dos millones de habitantes pobres de Lima sin servicio de agua potable lanzaron una campaña sin precedentes, que va a contramano de lo que ocurre en otros países, al pedir la privatización del agua.
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«El gobierno de Alejandro Toledo se niega a recoger nuestro pedido porque estamos en un año electoral, a pesar de que al inicio de su gestión impulsó las privatizaciones», dijo Abel Cruz, líder del Movimiento Peruanos sin Agua.
El dirigente denunció que «se encuentran abandonados por el Estado, viviendo en una situación caótica al no contar con servicios básicos de agua potable», durante una reunión con la Asociación de Prensa Extranjera del Perú.
«Nadie recoge nuestro clamor», acotó tras recordar que en el Congreso tampoco les hacen caso «porque la clase política está pensando en las elecciones generales de 2006».
Agregó que nadie quiere saber nada con la privatización debido a que ya no da réditos políticos, a diferencia de lo que ocurría a principios de la década del '90 cuando todos estaban a favor de ella.
Refirió que 2 millones de personas están expuestas a enfermedades infectocontagiosas, que se expanden como reguero de pólvora cuando no existen condiciones elementales mínimas de salubridad.
Para sensibilizar a la población, el Movimiento de Peruanos sin Agua impulsa marchas e incluso huelgas en los barrios periféricos de Lima para reclamar por lo que consideran un derecho elemental.
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