Bam (AFP) - Los restos de 25.000 personas muertas en el terremoto de Bam (sudeste de Irán) habían sido inhumados ayer, mientras los dos principales dirigentes del país, el Guía Supremo Alí Jamenei y el presidente Mohamad Jatami, se trasladaron a esa ciudad.
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Los siniestrados se disponían a pasar otra noche sin techo, bajo simples tiendas, cuando las temperaturas son glaciales en Irán. Los equipos de rescate se centran ahora en los supervivientes, ya que la esperanza de encontrar gente con vida bajo los escombros es casi inexistente más de 80 horas después del terremoto.
Según las autoridades, se ha restablecido la electricidad pública en 80% de las calles de Bam, donde los siniestrados se disponían a acampar delante de sus desaparecidas casas en tiendas a la espera de que se instalen dos enormes campos junto a la ciudad. Los dos principales dirigentes del país, el Guía Supremo de la República Islámica, el ayatollah Alí Jamenei, y el presidente Mohamad Jatami, visitaron la ciudad.
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