UE reconoció al nuevo gobierno de Ecuador
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Palacio consideró "lógica la preocupación del mundo" por el desarrollo de la crisis en Ecuador, "porque no es normal el cambio de presidente antes de que termine su mandato".
"Pero tampoco era normal pisotear la Constitución, no respetar los derechos humanos, privilegiar lo económico sobre lo social y acentuar la miseria del pueblo", dijo sobre el interrumpido mandato del presidente Gutiérrez tras 27 meses de gobierno.
Por su parte, el canciller Parra Gil sostuvo que los delegados designados por el Consejo Permanente de la OEA para una evaluación "in situ" de la crisis en Ecuador "vienen para conversar y cooperar en lo que se pueda ayudar para una mejor institucionalización constitucional, pero no para juzgar".
Aunque el gobierno de Palacio todavía no adoptó medidas que permitan juzgar la dirección de su política exterior, sí esbozó algunos puntos que, según algunos analistas citados por la BBC de Londres, preocupan a Washington.
Así, sobre el proyectado Tratado de libre comercio (TLC), el ministro de Comercio Exterior, Oswaldo Molestina, confirmó que se "revisarán" las bases sobre las cuales Ecuador negocia con Estados Unidos su eventual participación en ese acuerdo.
Palacio, no obstante, anunció que se respetará el tratado que otorgó a Estados Unidos el uso de la base aérea de Manta, en la frontera ecuatoriano-colombiana, denunciado por movimientos sociales como parte del Plan Colombia, de militarización regional.
"Si la base de Manta ha sido concebida como una lucha contra el narcotráfico, Ecuador se mantendrá en esa lucha", dijo Palacio, sin mencionar el uso de esa instalación en el conflicto armado interno entre el gobierno y la guerrilla de Colombia.
También el ministro del Interior de Ecuador, Mauricio Gándara, dijo que su país respetará el tratado de Manta, que vence en 2009, pero agregó que el gobierno no es partidario de renovarlo.
Palacio, que debía reunirse hoy con la embajadora de Estados Unidos en Quito, Kristi Kenney, anticipó que se asegurará de que quede "perfectamente claro el espíritu de fraternidad que tiene Ecuador respecto de todos los pueblos del mundo, particularmente del norteamericano".
Aunque la Casa Blana no reconoció aún al nuevo gobierno y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, pidió que se adelanten las elecciones, Palacio aludió a Estados Unidos como un "país hermano" con el que aspira a relaciones mutuas "siempre buenas y fuertes". Pero "esa fraternidad tiene que darse con el tratamiento de hermanos, de iguales", agregó.
Por otra parte, el embajador ecuatoriano en Brasilia, Diego Ribadeneira, agradeció al presidente Luiz Inácio Lula da Silva por haber otorgado asilo a Gutiérrez, en lo que consideró "una forma de contribuir a la normalidad en Ecuador". "Lejos de estar molestos por el asunto, estamos agradecidos por esta decisión del presidente Lula da Silva", agregó.
En tanto, el ex presidente ecuatoriano Abdalá Bucaram, sobre quien pesa una orden de captura por acusaciones de corrupción, negó haber salido de su país y acusó al ministro Gándara de "utilizar grupos armados para buscarlo y matarlo".
Sin embargo, fuentes del gobierno citadas por el diario quiteño El Comercio sostuvieron que el excéntrico ex mandatario está en Perú.
Bucaram fue uno los causantes de la crisis ecuatoriana al ser desprocesado por una Corte Suprema nombrada en diciembre pasado por Gutiérrez, lo que le permitió retornar a Guayaquil de su exilio en Panamá, como aliado político del ex mandatario.
El nombramiento de esa Corte adicta a Gutiérrez y la impunidad de Bucaram desencadenaron una masiva protesta popular en Quito y otras ciudades hasta que el Congreso, en una sesión con discutido quórum, destituyó el miércoles pasado al presidente y nombró en su lugar a Palacio, que era su vice.
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