Ultras contra Sharon por retiro de colonias

Jerusalén (AFP, Reuters, ANSA) - En vísperas de la votación en el Parlamento de la ley que regirá la retirada judía de la Franja de Gaza, se reactivó en Israel el temor de que el primer ministro Ariel Sharon pudiera ser víctima de un atentado por parte de grupos de ultraderecha.

Leyendas como «Sharon, tendremos tu piel» o carteles donde aparece el jefe del Likud vestido con el uniforme del Ejército con el lema «El dictador» fueron algunas de las tantas frases intimidatorias hacia dirigentes israelíes por parte de activistas que se oponen al retiro de Gaza. Cabe recordar que extremistas judíos que se oponían a acuerdos de paz con los palestinos ultimaron al emblemático primer ministro israelí Yitzhak Rabin, en 1995. Dos ministros del gabinete de Sharon, Shaul Mofaz y Benjamin Ben Eliezer, comunicaron que recibieron amenazas concretas contra jefes del Ejecutivo.

«No estoy preocupado por mi seguridad personal» y las amenazas «no afectarán a mis planes», dijo ayer Sharon. «No me preocupa en absoluto y estoy dispuesto a aplicar la decisión del gobierno y de la Knesset ( Parlamento).»

• Alto el fuego

Mientras, continúan los movimientos para consolidar el acuerdo de alto el fuego mutuo pactado en Sharm el Sheikh. La ciudad cisjordana de Jericó, sitiada por el Ejército israelí, volverá hoy a estar bajo control de la Autoridad Palestina. Después de Jericó, Israel devolverá el control de Tulkarem y Qalqilia. Por otra parte, unos 500 prisioneros palestinos -primera tanda de un total de 900- comenzarán a ser liberados a partir de mañana.

La jornada de ayer también registró episodios violentos. Dos palestinos fueron muertos por disparos israelíes y otros dos resultaron heridos como consecuencia de enfrentamientos en Naplusa y Ramallah, Cisjordania.

En tanto, trascendió de boca de funcionarios israelíes que el gobierno de Sharon planea construir al menos un nuevo asentamiento en Cisjordania para albergar a algunos de los 8.400 colonos que sean retirados de Gaza. En Cisjordania, el mayor de los territorios autónomos palestinos, viven 180.000 israelíes, y su retiro es uno de los puntos reclamados por los palestinos.