Carrió y Macri se reparten el calendario electoral
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En el macrismo aún no han definido quién encabezará la lista a legisladores porteños, pero creen que con una muestra de sucesivos cortes de cintas, en el año electoral, Macri tendría garantizado el triunfo local. En cambio, cedería en la disputa nacional que cree ganaría Carrió.
Casi de esa manera lo piensan en la Coalición Cívica, donde todavía tampoco tienen nombre cierto para quien encabezará la boleta a legisladores porteños en la primera elección del año en el distrito Capital. Es decir, la apuesta fuerte de la Coalición es la de las bancas a Diputados, no por ahora a legisladores de la Ciudad, en un reparto del calendario-electoral que la tropa de Macri pone en duda.
Consideran que Macri debiera imponerse en las nacionales 2009 como antesala a su postulación a presidente 2011. En cambio Macri cree que debe revalidar las adhesiones y que le alcanzará con repetir el triunfo a nivel local, pero que además que PRO saliera primero a legisladores porteños le aumentaría las chances a diputados nacionales.
Por ahora, los macristas ven que unas urnas están casi selladas a favor de Macri y que las otras «están cedidas a Carrió», todo eso mortificando a un kirchnerismo en apuros, también con problemas de cartel. Lo único casi seguro en el PJ porteño es un acuerdo para que Jorge Telerman -ex aliado de Carrió- y Juan Manuel Olmos (actual diputado referenciado con el sindicato de porteros que debe renovar banca) encabecen una lista a legisladores de la Capital Federal, que dejará fuera al ala transversal del oficialismo. Ese otro kirchnerismo piensa en Carlos Heller como una alternativa más para el cuarto oscuro de la Ciudad de Buenos Aires, donde además deberían disputarse 105 cargos barriales. Es decir, para el kirchnerismo el desdoblamiento de las elecciones complica sus oportunidades en un distrito en el que logró remontar adhesiones el año pasado a nivel local, cuando obtuvo el segundo puesto a jefe de Gobierno porteño.
Curiosamente desde que la Legislatura sancionó una ley para unificar las elecciones locales con las nacionales, nunca coincidieron en una votación a presidente.
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