La Legislatura porteña padece el raro síndrome de la bloquemanía. Si algo practican con devoción los legisladores de la Ciudad, desde que asumieron el 7 de agosto pasado, es la guerrilla interna, que atasca proyectos, porque no sólo los interesados en refundar bancadas -aún unipersonales-están pendientes de esa ingeniería.
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Ayer se concretó la bancada Acción por la República al presentar por rigurosa nota a las autoridades de ese grupo de 5 diputados, que se separó del bloque mayor opositor.
Con el nombramiento de la ex radical Marta Oyhanarte como titular de AR, el partido de Domingo Cavallo, quedó formalizado el bloque número 16 de la cámara de la Ciudad. La ampliación de la sala donde se desarrollan las reuniones de Labor Parlamentaria es una de las construcciones en las que se está pensando, o bien que esos debates de los que presidentes y vice de los bloques se hagan directamente en el recinto, ya que acude la mitad de la Legislatura, sólo a acordar qué se tratará al día siguiente.
Tabiques
Con la nota en su mano, que le anunció la concreción de la bancada AR, el vicepresidente primero de la Legislatura, Jorge Enríquez, pidió un concurso de precios para comprar tabiques divisorios, mamparas, escritorios y sillas. Quiere hacer divisiones arquitectónicas en el subsuelo del Palacio del ex Concejo Deliberante, para alojar al menos a los dos últimos bloques que se crearon, el de AR y el Frente Justicialista de la Legislatura porteña -el número tres de las bancadas peronistas-que para abreviar su nombre se hace llamar Frejudele.
Hay que comprender que las alianzas en el ex Concejo Deliberante no pasan por rígidas concepciones ideológicas y mucho menos partidarias. Si así fuera, no se entendería la razón por la cual el mutualista Jorge Mercado, el ex Frepaso Jorge Giorno y el Demócrata Cristiano, Ricardo Busacca, comparten un interbloque, otra modalidad asociativa que impera en la Ciudad, que goza de esos recreos seguramente ante la falta de leyes importantes a sancionar. Hay razones adicionales a la emisión del voto que alientan los separatismos o aglutinamientos. Un bloque tiene privilegios varios, lo que se llama una estructura, con plantel adicional de empleados, como secretario administrativo y legislativo. A su vez, tener un bloque, otorga la gracia de presidir comisiones y de designar tropa en cargos importantes en la casa como direcciones generales, todo en proporción a la cantidad de diputados que tenga la bancada. Claro que a los 13 monobloques, que actualmente conviven en la Legislatura, bancadas de un solo diputado, no les llega tan así ese reparto.
Límites
Lo que quedó ahora es un caos en ese sentido. Por ejemplo Fredejule, que suma a sólo 6 legisladores, tienen ya 4 presidencias de comisión, por ser una bancada que exilió parte de Encuentro, que componían cavallistas, belicistas y peronistas, y parte de PAIS, el de Irma Roy que era de 4 y quedó de dos, por eso la chanza «Por Ahora Irma Sola».
A esa altura de la composición bloquista, Enríquez tocó el silbato: «Yo los reparto en nuevas bancas, les hago los despachos, pero no me pidan más cargos porque no hay más plata», limitó.
En la próxima sesión, mañana, promete el vicepresidente que estarán todos correctamente sentados, con sus nominaciones en orden. Los que quedan, por de alguna manera ordenar, son cinco bloques con peronistas, tres que tiene la Alianza (UCR, Frepaso y el demócrata progresista Oscar Moscariello), Encuentro residual (sólo quedan belicistas y peronistas), 5 de la izquierda, uno de la UCeDé y Demócrata Cristiano. Todo un abanico de opiniones que se dispondrá a tratar un centenar de proyectos menores, declaraciones y resoluciones. En tanto, la inquietud de Gustavo Béliz de atraer nuevamente al Encuentro residual al cavallismo quedó cerrada ayer ante la concreción del bloque AR, que se retiró de esa bancada. Pero a su vez, ese grupo hará interbloque -una especie de reunión de amigos en la que se concilian votaciones-con el Frente Justicialista, para lo que tendrá su primera reunión hoy. Es decir, que la tropa de Béliz no tendrá siquiera de aliado al cavallismo hasta nuevo aviso.
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