Macri judicializa puja con Cristina

Mauricio Macri ayer en Montevideo con el alcalde de Managua, Dionisio Marenco; y el de Santo Domingo, Roberto Salcedo, durante la XIII Asamblea de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI).

El enfrentamiento de Mauricio Macri con el kirchnerismo pasó ayer a la vía judicial, un camino que ha elegido el jefe de Gobierno para reclamar fondos para su gestión, insistente en remarcar que es la Casa Rosada la que frena sus ambiciosos proyectos para la Capital Federal, que reconoce algunos ya truncados, como la extensión de la red de subterráneos.

Según la demanda judicial contra el Estado nacional, la administración porteña deberá frenar más obras si no logra un financiamiento extra como el que está buscando y del que acusa a los Kirchner por no obtenerlo.

Macri presentó ayer un amparo judicial contra el Ministerio de Economía de la nación para presionar por el otorgamiento del permiso que requiere para lanzar al mercado un empréstito de u$s 500 millones. Esta semana también se reunió con Julio Cobos para reclamar por los bonos y el vicepresidente envió una nota con la petición al jefe de Gabinete Sergio Massa, quien a su vez ya conoce la demanda de boca de su amigo Horacio Rodríguez Larreta, jefe de los ministros de Macri.

El Gobierno porteño envió hace cuarenta días el pedido a Hacienda de la Nación y no ha obtenido respuesta alguna. Está convencido de que el kirchnerismo quiere entorpecerle la gestión con la demora, además de organizarle manifestaciones en su contra todas las semanas.

La emisión de los bonos, que consiste en una serie nueva de los Tango que en 1998 lanzó Fernando de la Rúa cuando estaba al frente de la Capital Federal, fue autorizada por la Legislatura porteña en julio pasado, tras lo cual, el 15 de agosto, el ministro de Hacienda de la Ciudad, Néstor Grindetti, solicitó el permiso a Nación. Después envió una carta quejándose de la lentitud del trámite al Consejo Federal de Inversiones. Como paso siguiente, Macri intentó responsabilizar a Cristina de Kirchner al admitir que no podrá realizar los kilómetros de subtes prometidos en la campaña porque tampoco el gobierno nacional le facilita el aval para un crédito del BID por u$s 1.500 millones, ni siquiera aseguran $ 1.700 millones para los estudios de factibilidad que ya dispondría la entidad internacional.

Según el amparo presentado ante el juzgado N° 4 en lo Contencioso Administrativo y Tributario Federal, para el Gobierno porteño habría «vencido un plazo razonable» para que Hacienda de la Nación le proporcione la firma que busca para colocar los bonos que están destinados a un fondo de infraestructura social (FOISO) con exclusividad, que incluye arreglos de escuelas y hospitales. Con ese argumento y que la Ciudad estaría resignando obras importantes como las encaradas para mitigar inundaciones ante la falta del dinero del endeudamiento, Macri -a través de los abogados de la Ciudad- solicita a la Justicia «pronto despacho». Curiosamente, la queja no se presentó ante la Corte, que es la que dirime los conflictos interjurisdiccionales, y ahora la jueza María Rita Ailan puede resolver que Nación se expida sobre la cuestión, pero no podría forzar el permiso.

En la presentación, el abogado Pablo Tonelli sostiene que «la Ciudad utilizará los fondos de la emisión bajo los títulos para desarrollos de infraestructura relativos a proyectos sociales y económicos relacionados con su programa de gastos de capital de acuerdo a la Ley de Presupuesto para el año 2008» y que «la demora en la instrumentación de la emisión implica en la práctica una postergación de obras de infraestructura vitales por su alto contenido social, que se encuentran orientadas a solucionar problemas de larga data para los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y que son de público conocimiento».

Casi al mismo tiempo que llegaba el amparo a la Justicia, Macri viajaba ayer a Montevideo para participar de la decimoctava asamblea plenaria de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI), pero antes de partir embistió nuevamente contra Cristina de Kirchner.

Reprochó que «acá hay un pilar fundamental del crecimiento futuro de la Argentina, que es el campo. El que conduce el país tiene que entenderlo», y aunque respaldó la posible reapertura del canje de deuda pública dijo que «hace falta timing y un paquete global que sirva. Parece que las medidas se toman de mala gana».

«No vamos a ser Chile, no vamos a ser Brasil, que vienen trabajando con una coherencia de años, pero vamos a bajar los niveles de riesgo-país», consideró Macri.

El Gobierno porteño, además de la emisión de bonos intenta endeudarse por los u$s 1.500 millones con el BID -si los Kirchner le avalan el crédito-, pero ya este año obtuvo una ampliación presupuestaria de $ 1.548 millones, además del permiso para un endeudamiento por otros $ 150 millones para equipamiento hospitalario.