La Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias (CJPB) tiene los días contados debido a la grave situación de insostenibilidad financiera que enfrenta, un escenario que ya se preveía entre las autoridades del gobierno desde, por lo menos, febrero, cuando la reforma de la seguridad social en Uruguay todavía se debatía en el Parlamento. Algunas claves para entender el escenario crítico que atraviesa la entidad.
Carrera contrarreloj por la Caja Bancaria: 4 claves para entender su situación crítica
Alertan que la institución puede quedarse sin dinero para afrontar las obligaciones del último trimestre.
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La Caja Bancaria está "con el agua al cuello", aseguran los bancos privados
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La Caja Bancaria se podría quedar sin dinero en el último trimestre, alertó AEBU
Una situación que “viene de años”
La crisis en el Caja Bancaria fue blanqueada por el ministro de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Pablo Mieres, a fines de febrero, cuando la sostenibilidad del sistema previsional —de cara a la posibilidad de establecer un sistema integral— era el principal tema sobre la mesa de discusión del gobierno y de la sociedad.
En ese entonces, Mieres señaló que la situación iba “en una tendencia muy grave”, pero rescató una visión optimista: “Vamos a encontrar un camino para salir adelante”. Algo que, de momento, todavía está lejos de suceder.
Comparando con el también estado crítico de la Caja de Profesionales, el titular del MTSS remarcó que las Cajas “no llegan” a estos estados de un día para el otro” y que eso “viene de años” pero “se reconoce ahora”. Asimismo, apuntó que el gobierno no había sido informado sobre la crisis en la Caja Bancaria, ni tampoco sobre el hecho de que “venían incubándose estos problemas”.
El último trimestre del año, la fecha límite
También la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU) se refirió más recientemente a esta problemática en la Caja Bancaria, que se encuentra en una situación “comprometida”. Según los trabajadores bancarios, representados por el secretario general Fernando Gambera, si no se alcanza un acuerdo con las empresas y el Estado, la entidad se quedaría sin dinero para afrontar el último trimestre del año. Es decir, le quedan apenas cuatro meses, en el mejor de los casos.
Al analizar el origen del conflicto, el referente de la AEBU sostuvo que para llegar a esta situación hubo múltiples variables, entre ellas el tipo de cambio y la pandemia, que derivó en la pérdida de más de 2.300 puestos de trabajo. A eso le sumó el hecho de que el Ejecutivo decidió no reponer las vacantes.
Por otra parte, Gambera puso el foco en que hoy “la gente se jubila más rápidamente y más joven”. En tal sentido, puntualizó que hasta el año pasado el promedio de edad para jubilarse era de unos 61 años y ahora está siendo de 60. “Como se van antes del mercado de trabajo, hay que empezar a pagar antes esas jubilaciones”, observó.
A modo de conclusión, indicó que la negociación “debe tener la premisa de que todos ponemos a la vez” y pidió que haga “un tercio del esfuerzo el Estado, un tercio las empresas y un tercio los trabajadores y jubilados” para superar esta situación y conseguir una economía saneada.
En febrero, la AEBU había propuesto utilizar la ley 18.396 del régimen de jubilaciones y pensiones bancarias como una solución transitoria y a corto plazo —en tanto plantea una prestación complementaria patronal que actualmente no se aplica en su totalidad—; pero el gobierno “rechazó” este camino y buscó solucionarlo con un proyecto de ley que adelante cambios incorporados en la reforma de la seguridad social, según los bancarios —algo que, finalmente, tampoco sucedió.
En busca de la negociación “colectiva y global”
Otro organismo involucrado en la urgencia por solucionar las cuentas en rojo de la Caja Bancaria es la Asociación de Bancos Privados del Uruguay (ABPU). Según la agrupación, la CJBP se encuentra "con el agua al cuello", por lo que el gobierno debe buscar una solución a esa problemática "urgente" que está "condenando" al sector bancario a "un futuro muy complejo", así como "comprometiendo seriamente la viabilidad" del mismo.
Según la ABPU, los bancos realizan aportes patronales del 25,25% a los que se debe sumar la Prestación Complementaria Patronal (PCP) por un monto similar. En el régimen general los aportes son del 7,5%. En este sentido, los bancos privados sostienen que las bancas aportan 6 veces más de lo que lo hace el resto de las empresas, contribuyendo con la mayor parte del financiamiento de la Caja Bancaria. Aseguran que en 2022, de cada 100 pesos recaudados en los bancos privados, unos 73 pesos fueron a contribución.
El aumento de la carga impositiva no es, sin embargo, una opción; por lo que la situación es competencia exclusiva de los actores involucrados, la propia ABPU, el gobierno y la AEBU, quienes componen el Grupo de Trabajo de Caja Bancaria.
Los motivos detrás de la crisis
Según la APBU, la grave situación de la Caja Bancaria era previsible ya que se trata de un régimen de reparto con más pasivos que activos, que tiene pasividades "muy por encima del promedio", sumado a la "creciente expectativa de vida de nuestro colectivo".
Asimismo, sostienen que "la magnitud de los fondos requeridos para rescatar a la CJPB es tal que "no resulta fácil llegar a un acuerdo para su financiamiento", y "sin margen para reformas graduales", puesto que, "cuanto más se demore, más dolorosas serán las medidas a adoptar".
Sin embargo, y a diferencia de los propuesto por la AEBU, para los bancos privados la PCP no es la solución en tanto grava los créditos; por lo tanto, un aumento del mismo "derivaría en un incremento del costo del crédito a la población; algo que sería injusto", subrayan.
Otro problema está en el sistema laboral mismo, demasiado rígido a las necesidades actuales. En este contexto, la APBU plantea que se ha atentado contra la generación de empleo y la meritocracia en la banca privada, desmotivando a quienes más se esfuerzan, porque gran parte de la compensación está vinculada al mero paso del tiempo". "No hay Caja Bancaria sustentable si no hay un sector financiero viable", remarcan.
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