Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de China, Xi Jinping, mantuvieron un encuentro de más de cuatro horas que selló un acuerdo para detener las tensiones entre las dos mayores potencias globales, las cuales venían impactando desde hace un año en los mercados internacionales y en las relaciones geopolíticas y comerciales de varios países, entre ellos Uruguay.
China y EEUU acercan posiciones, ¿será un alivio para las negociaciones de Uruguay?
Las potencias, que han puesto al país en una situación incómoda por sus tensiones, avanzaron en nuevos acuerdos tras una cumbre Xi-Biden.
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Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de China, Xi Jinping, durante su encuentro cerca de San Francisco.
Los gobernantes iniciaron su primer encuentro en un año con un apretón de manos en el Jardín Filoli, y culminaron la cita con una caminata por las áreas verdes de esta propiedad a 40 kilómetros de San Francisco, reportó AFP.
"Acabo de concluir varias horas de reuniones con el presidente Xi y creo que fueron de las discusiones más constructivas y productivas que hemos tenido", afirmó Biden a la prensa en solitario a la salida del encuentro, en la cual, consultado por un periodista dijo que aún considera al presidente chino un "dictador".
"Es un término que usamos antes. Él es un dictador en el sentido de que es un tipo que dirige un país comunista, que está basado en una forma de gobierno completamente diferente a la nuestra", explicó el estadounidense.
China había cortado las comunicaciones militares con Washington después de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, visitara Taiwán en 2022. La decisión de restablecerlas, sellada ayer en la cumbre, fue de una "importancia crucial", afirmó Biden. "Malentendidos en ambos lados pueden causar problemas reales con un país como China", agregó. "Y creo que estamos alcanzando progreso real".
Los gobernantes alcanzaron también un acuerdo en la lucha contra el fentanilo: China aceptó tomar medidas para disminuir la producción de ingredientes para el opioide sintético que está en el centro de una crisis sanitaria en Estados Unidos, informaron funcionarios de alto nivel de ambos países.
Xi sostuvo un encuentro con empresarios horas más tarde y afirmó que China "no busca esferas de influencia y no librará una guerra caliente o fría contra ningún país". "Creo que una vez abierta, la puerta de las relaciones con Estados Unidos, no se cerrará de nuevo", consideró.
"Si un lado ve a otro como su principal competidor, su mayor desafío geopolítico, y una amenaza constante, esto sólo puede llevar a la toma de decisiones erradas, acciones equivocadas y resultados no deseados", agregó. "China está lista para ser un socio y amigo de Estados Unidos", insistió.
Uruguay en medio de la disputa entre dos titanes
El acercamiento entre Estados Unidos y China se da en la víspera del viaje estratégico del presidente Luis Lacalle Pou a Pekín para tratar de destrabar un acuerdo comercial que, a las luces de los obstáculos que ha tenido, no será de la magnitud de un Tratado de Libre Comercio (TLC).
Las negociaciones con China por un TLC quedaron congeladas de hecho con el regreso de Lula da Silva al poder en Brasil. Eso motivó la decisión china de priorizar un acuerdo con el Mercosur, tal y como pregona Brasilia, socio comercial –y geopolítico- clave para el gigante asiático.
No obstante, el interés de Uruguay por acercarse comercialmente a Pekín no pasó desapercibido por Washington que rápidamente elaboró una propuesta para llevar a la que considera una de las democracias más sólidas de la región hacia su terreno.
Así fue como surgió el proyecto bipartidista para la Asociación Económica entre Estados Unidos y Uruguay, el cual reducirá, en caso de aprobarse por el Congreso estadounidense, los aranceles sobre productos uruguayos que no estén limitados por cuotas comerciales. Entre ellos se encuentran cítricos, miel, madera, vino, caviar, cordero, lanas y cueros. Pero también representaría un avance para la exportación de servicios, principalmente los vinculados a las IT y el software.
Y, en una materialización más cercana, se encuentra la buena sintonía entre el presidente Luis Lacalle Pou con su par estadounidense, Joe Biden, en la primera cumbre de jefes de Estados de la APEP (Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica).
En el plano local, además, Estados Unidos y China protagonizaron una pequeña batalla fría durante la licitación de las OPV del Ministerio de Defensa. Un caso que, si se quiere, se saldó con éxito para Washington porque finalmente el Ejecutivo descartó comprar las patrullas oceánicas del astillero estatal chino tras fuertes presiones del Departamento de Estado a través de la embajada estadounidense en el Uruguay.
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