El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) emitió su tercer reporte anual sobre el cumplimiento de las metas asociadas a su Bono Indexado a Indicadores de Cambio Climático (BIIC o SBL por su sigla en inglés), que ata el pago de intereses al cumplimiento de esos objetivos.
Cómo le fue al bono sostenible en el cumplimiento de metas climáticas
La Unidad de Gestión de Deuda emitió el tercer reporte anual sobre el nivel de emisiones y el mantenimiento del bosque nativo.
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El gobierno lanzó el tercer reporte anual del bono sostenible lanzado en 2022.
El bono global en dólares, lanzado en 2022 y con vencimiento en 2034, que fue premiado en 2024 como Operación Soberana ESG del año, cuenta con dos indicadores de desempeño (KPI), uno ligado a la reducción en el total de emisiones brutas de dióxido de carbono por unidad de PBI real (KPI-1) y otro relacionado al mantenimiento del área de bosques nativos (KPI-2).
El cumplimiento de las metas de sostenibilidad
De acuerdo al último informe, publicado este viernes por la Unidad de Gestión de Deuda (UGD) del MEF, que cuenta con datos de 2023, el KPI-1 mostró una reducción del 46% en la intensidad de las emisiones brutas agregadas de Gases de Efecto Invernadero (GEI) por unidad de PIB real, con respecto a 1990.
En comparación con 2022, el valor del KPI-1 se mantuvo en el mismo nivel, debido al aumento de 1,3% en 2023 de las emisiones brutas absolutas de GEI, junto a un aumento moderado del PIB real del 0,7% durante el mismo período.
La UGD indicó que una parte sustancial del aumento de las emisiones brutas de GEI en 2023 se debió a mayores emisiones estimadas de óxido nitroso, vinculadas al uso de fertilizantes nitrogenados sintéticos en la producción agrícola, que no se compensaron completamente con la disminución de las emisiones de dióxido de carbono asociadas al menor consumo de combustibles fósiles en el transporte terrestre y la generación de electricidad.
A su vez, señaló que el PIB real anual creció un 0,7% en ese lapso, lo que contribuyó al mantenimiento del índice de intensidad, de modo que el KPI-1 se mantuvo 4 puntos porcentuales por debajo del objetivo de sostenibilidad establecido para 2025.
Con respecto al KPI-2, el informe relevó que se logró el mantenimiento completo de la superficie de bosque nativo, en relación con la línea base establecida, mientras que logró expandirla en 11.832 hectáreas (alrededor de un 1,4 %) con respecto a 2016.
La UGD atribuyó esa mejora a la regeneración natural, el aumento de la cobertura vegetal y las iniciativas de restauración.
El compromiso a futuro
De cara al futuro, el informe señaló que “Uruguay mantiene su compromiso de avanzar en su transición hacia una economía baja en carbono y ambientalmente sostenible”, basada en las energías renovables.
Al mismo tiempo, el gobierno indicó que intentará “reducir las emisiones de dióxido de carbono en sectores difíciles de mitigar, como el transporte pesado, mediante la promoción de la movilidad eléctrica, el desarrollo de fuentes verdes de producción de hidrógeno y el aprovechamiento de sus abundantes recursos renovables, como el agua, el viento y la biomasa”.
“La protección de los bosques nativos y la prevención de la deforestación seguirán siendo un elemento clave de la estrategia ambiental de Uruguay”, resaltó la UGD y recordó que hubo “importantes inversiones” que garantizaron “que la actividad agrícola no sea un factor de deforestación”.
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