El dólar en Uruguay sigue sin lograr establecerse firmemente en un tendencia alcista, incluso tras la racha de tres jornadas de subas consecutivas que se vieron interrumpidas por la leve baja de ayer. Sin embargo, el contexto internacional parece comenzar a girar hacia un escenario más favorable para la apreciación de la moneda estadounidense no solo a nivel mundial, sino también a nivel local; algo que puede contribuir a cierta corrección en el desalineamiento del tipo de cambio o atraso cambiario.
Con el dólar global al alza, ¿puede estabilizarse esa tendencia en Uruguay?
Los pronósticos internacionales señalan el fin de la fuerte apreciación de las monedas emergentes, en un escenario global donde el dólar recupera valor.

El dólar a nivel internacional comienza a cambiar a una tendencia alcista que podría tener su correlato en Uruguay.
El primer semestre del año, y julio también, estuvieron marcados por el debilitamiento del dólar a nivel global que tuvo su correlato regional en la apreciación de las monedas de mercados emergentes, con inversionistas que apostaron a activos de mayor riesgo —y, por lo tanto, de mayores ganancias frente a una divisa que perdía atractivo progresivamente. Pero en agosto, esta tendencia comenzó a revertirse: con los diversos anuncios de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) sobre la necesidad de continuar con la política monetaria restrictiva —y, por lo tanto, con la suba de las tasas de interés de referencia—, el dólar recuperó algo del terreno perdido; sumado a al aumento en el precio del petróleo, la brújula parece estar alineándose nuevamente hacia el norte.
Son varias las señales de que la divisa estadounidense está apreciándose y que, en contrapartida, las monedas de mercados emergentes que se vieron inusualmente fortalecidas en los últimos meses comienzan a dejar atrás los altos niveles de apreciación. Por un lado, el índice dólar de Bloomberg (DXY) que compara al dólar con una canasta de monedas de países avanzados “viene acumulando varias semanas de subas, lo que estaría indicando cierto fortalecimiento del dólar a nivel internacional”, según explicó a Ámbito.com Giuliano Cantisani, consultor senior del Servicio de Análisis y Pronósticos Económicos en CPA Ferrere.
Asimismo, “el magro crecimiento en otras economías avanzadas también brinda soporte a un dólar fuerte”. El ejemplo más importante en este sentido es China, pero también la Unión Europea está al borde de una estanflación. En este sentido, “a nivel internacional, el dólar está actuando como refugio de un entorno macro global más incierto”, señaló Diego Rodríguez, socio director de Gastón Bengochea & Cía, a este medio.
También Barclays PLC pronostica una “carrera salvaje” en los mercados locales, propiciada por la volatilidad en los mercados emergentes que empiezan a acumular bajas en las acciones de estos países. “En nuestro anterior informe trimestral afirmábamos que los mercados emergentes estaban siguiendo su propio camino, pero el reciente movimiento de los tipos estadounidenses plantea dudas sobre cuánto pueden divergir”, señaló el banco británico, añadiendo que, además, el giro al alza de los precios del petróleo “se ha vuelto difícil de ignorar”.
Deutsche Bank también anunció una perspectiva bajista para las divisas emergentes. Es decir, la previsión general es que las monedas que se han visto fuertemente valorizadas en los últimos meses ya no tendrán los mismos niveles de apreciación.
¿Cuáles son las perspectivas para Uruguay en este nuevo escenario?
El nuevo contexto económico a nivel global tiene, por supuesto, su correlato a nivel regional y local. En el caso de Uruguay, basta con mirar hacia Brasil para entender qué puede suceder en el mercado de cambio: en el país norteño, cuyo real no solo es una moneda de referencia para el país sino que fue una de las divisas que más se fortalecieron en los últimos meses, el dólar recuperó valor durante agosto, dando cuenta del cambio de tendencia que ya comenzó.
Esto puede ser una señal positiva para el país, donde el dólar acumula en el año un retroceso del 5,49% y los reclamos por la pérdida de la competitividad nacional son cada vez más acuciantes. En este sentido, el fortalecimiento del peso se explicó, mayormente, en un acompañamiento del comportamiento global de la divisa estadounidense y en la preferencia de los inversores en los mercados emergentes —al ser una moneda de referencia, la apreciación del real también influyó en la valoración del peso, incluso tras los recortes de la Tasa de Política Monetaria (TPM).
El cambio de tendencia y la apreciación del dólar a nivel internacional puede significar que el atraso cambiario en Uruguay comience a corregirse. Es posible que un primer adelanto de este comportamiento se haya dado con la racha alcista de tres jornadas consecutivas que se dio en los primeros días del mes, cortada por el leve descenso del 0,02% con el que la divisa cerró ayer. En todo caso, si el dólar retomara una senda bajista o, en todo caso, se mantuviera “planchado” como ocurrió mayormente durante agosto, las autoridades y analistas deberán buscar otras explicaciones, ya que el contexto mundial marca otro camino.
Asimismo, el gobierno deberá estar atento a una posible revalorización del dólar y los efectos que esto podría tener en el control inflacionario ya que, según explicó el director del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), Ignacio Munyo, el dólar “planchado” es conveniente para el Poder Ejecutivo en términos de regular los aumentos de los precios y mantener la inflación dentro del rango meta.
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