Ostende es un espacio vintage, inspirado en los bodegones de la costa atlántica de Buenos Aires de los años 70, que transporta a las épocas en las que era común compartir la mesa con la familia y los amigos, para comer los platos hechos por las abuelas. Con el foco puesto en darle lugar a la nostalgia y a que el comensal se sienta en casa, ofrece un menú que recorre la tradición de esas tierras y sus características.
El bodegón costero de Buenos Aires que transporta a otros tiempos y reivindica la nostalgia
Ostende es un espacio vintage inspirado en los bodegones de la costa atlántica pero escondido en un barrio porteño.
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Ubicado en una esquina luminosa y tranquila del barrio porteño de Colegiales, que sigue sumando interesantes opciones gastronómicas, este proyecto nació de la mano de cinco socios con amplia experiencia en el ámbito gastronómico, sobre todo en los locales temáticos: Juan Manuel Bidegain, Gonzalo Freire y Roberto Cardini, dueños y fundadores de Sede Whisky, Madre Rojas y Sifón Sodería, y Nicolás Sánchez y Esteban Siderakis, dueños y fundadores de la cadena de cafeterías de especialidad Molina Panadería Café. El menú está diseñado por Paz Lucero, jefa de cocina, y brinda un recorrido por platos conocidos en las ciudades del Río de la Plata, muchas veces inspirados en recetas familiares.
No sólo su carta remite a décadas anteriores, sino también su ambientación, con detalles que conectan directamente con aquellos años: elementos de esos tiempos (radios, juegos de mesa), las mesas de fórmica de color verde y las sillas clásicas de los setenta, diseñadas para mayor comodidad.
El menú cuenta con diversas entradas, como aceitunas con queso marinados, aceite cítrico y achiote (que van muy bien con el vermut antes de comer), tortilla de papa española rellena de mozzarella e imperdibles empanadas de mar (morrón rojo y verde, cebolla, cebolla de verdeo y merluza). Además, platos principales con historia, como los canelones con ricota, acelga y nuez moscada, elaborados en honor a los que preparaba la abuela de Paz Lucero, y milanesas a la napolitana que pueden pedirse directamente para compartir y se acompañan de papas o fetuccini Alfredo.
La propuesta se completa con una carta de bebidas en la que se destacan los vermuts, un clásico de las antemesas familiares. De la mano de Vir Calderón, se recomienda el recién lanzado Sodeado. Este tiene la particularidad de que se elabora con un blend de vermuts creados por la bartender, que combina Cinzano Rosso, Segundo y Bianco, y al que se le suman salmuera de mar, soda y un pincho de pickles. También se incluyen vinos variados para acompañar la experiencia, seleccionados por el sommelier Elías Aguilar Ruiz.
Ostende marca un punto de encuentro con otros tiempos y muchas veces propone actividades como torneos de Burako, noches de tarot y de cine y banquetes, para seguir celebrando la mesa compartida. Su nombre —el de un balneario de la costa de la provincia de Buenos Aires— transporta a cierta nostalgia, ya que algunas generaciones relacionan estas ciudades de mar con recuerdos felices. Es un espacio ideal para detenerse y reconectar con esas emociones
Dirección: Virrey Loreto 3303, Colegiales.
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