El dólar global cae y se encamina a su peor año desde 2017

Mientras el billete estadounidense continúa a la baja, el oro y la plata alcanzan nuevos máximos.

El dólar global se encamina a su peor año desde 2017. 

Foto: Vecteezy

El dólar global caía el miércoles y se encaminaba a su mayor caída anual desde 2017, posiblemente con más por venir, ya que los inversores apostaron a que la Reserva Federal (Fed) tendría espacio para recortar aún más las tasas el próximo año, incluso cuando la mayoría de sus pares parecen haber terminado con la flexibilización.

El índice dólar, que mide el desempeño del billete verde frente a una canasta de seis monedas, caía a un mínimo de dos meses y medio de 97,767. El billete verde iba camino de perder un 9,8% en el año, lo que marcaría su mayor caída anual desde 2017. Cualquier otra debilidad en la última semana del año llevaría su caída a su mayor nivel desde 2003.

La sólida lectura del PIB estadounidense del martes no logró cambiar el panorama sobre las tasas, lo que dejó a los inversores estimando aproximadamente dos recortes más de la Fed en 2026.

El dólar ha tenido un año tumultuoso, afectado por los aranceles caóticos del presidente Donald Trump que provocaron una crisis de confianza en los activos estadounidenses a principios de este año, mientras que su creciente influencia sobre la Fed también ha generado preocupaciones sobre su independencia.

Los operadores en alerta por la intervención del yen

Por ahora, el foco principal del mercado cambiario sigue siendo el yen japonés, con los operadores alertas ante la posibilidad de una intervención de las autoridades japonesas para frenar la caída de la moneda. El ministro de Finanzas, Satsuki Katayama, dijo el martes que Japón tiene vía libre para lidiar con los movimientos excesivos del yen, emitiendo la advertencia más fuerte hasta la fecha sobre la disposición de Tokio a intervenir.

Sus comentarios frenaron la caída del yen, que el miércoles cayó un 0,3% frente a la moneda japonesa, a 155,83 yenes, tras haber caído un 0,5% en la sesión anterior.

Si bien el Banco de Japón implementó un esperado aumento de tasas el viernes pasado, la medida había sido bien anunciada y los comentarios del gobernador Kazuo Ueda decepcionaron a algunos en el mercado que habían estado apostando por un tono más agresivo, lo que hizo que el yen se desplomara como consecuencia de ello.

Esto ha dejado a los inversores vigilantes a las compras oficiales de yenes por parte de Tokio, en particular a medida que los volúmenes de operaciones disminuyen hacia fin de año, lo que según los analistas sería un momento oportuno para que las autoridades tomen medidas.

Las acciones y el oro, el lugar seguro del mercado

Las acciones mundiales se estabilizaron cerca de máximos históricos el miércoles, culminando un año de fuertes ganancias impulsadas por la inteligencia artificial, mientras que las materias primas, como el oro y la plata, extendieron su racha alcista a nuevos máximos históricos a medida que 2025 se acerca a su fin.

El martes a la noche en Wall Street, el S&P 500 marcó un récord de cierre mientras el esquivo rally de Santa Claus finalmente se instalaba. Los datos estadounidenses que muestran que la economía se expandió a un ritmo mucho más rápido de lo esperado en el tercer trimestre impulsaron el sentimiento de riesgo, pero pesaron sobre los bonos.

El índice europeo STOXX 600 se mantuvo sin cambios en las primeras operaciones, mientras que el índice británico de primera línea FTSE 100 cayó un 0,2%. Los futuros del Nasdaq y del S&P 500 también registraron pocos cambios en medio de una escasa liquidez.

En tanto, el oro y la plata han estado entre los activos más activos de esta semana , ya que muchos mercados se preparan para una jornada de negociación más corta antes de las festividades. El precio del oro al contado se mantuvo sin cambios en 4.489,91 dólares por onza, tras haber alcanzado previamente un nuevo récord de 4.525,86 dólares, lo que eleva su ganancia anual al 72 %. La plata subió un 1,2 %, alcanzando un récord de 72,27 dólares por onza, y se encaminaba a un aumento anual de casi el 150 %, su mejor año histórico.